Por qué el caso Yosstop no puede defenderse como ‘libertad de expresión”

La detención de Yoseline Hoffman «Yosstop», ha dado mucho de qué hablar en redes sociales en los últimos días. El lunes 5 de julio, la youtuber arribó a las inmediaciones del Poder Judicial CDMX, donde se llevó a cabo su audiencia, en la cual un juez determinó vincularla a proceso por el delito de pornografía infantil.

En marzo de 2021, la influencer fue denunciada por haber recibido, reproducido y conservado el video de una menor de 16 años, víctima de violación para hacer contenido para su canal de Youtube.

Los hechos ocurrieron en 2018 cuando Ainara S. de entonces 16 años, acudió a una fiesta en la consumió bebidas alcohólicas, perdiendo el sentido de lo que sucedía. Cuatro hombres que estaban presentes, se aprovecharon del estado de la adolescente para introducirle una botella de champagne en la vagina.

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Yosstop hizo un video dando su opinión del caso, llamándola “put*a” en repetidas ocasiones. Pero lo que parecía “un contenido más” en su canal, terminó siendo clasificado como pornografía infantil. Según el Centro de Estudios para el Logro de la Igualdad de Género (CELIG) de la Cámara de Diputados), México ocupa los primeros lugares en la difusión de ésta en el mundo.

¿Injusticia y violación a la libertad de expresión?

Mientras que el juez determinó que había elementos suficientes para iniciar un proceso judicial contra la youtuber, el abogado Ricardo Cajal, buscará apelar la resolución. La influencer permanecerá en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla.

Cajal aseveró que el juez no consideró los argumentos de que Yosseline sólo comunicó un hecho y que no fue con fines pornográficos.

“Se formuló imputación en contra de Yoseline Hoffman por supuestamente un delito de pornografía infantil y es un abuso espectacular de poder. De los datos de la carpeta de investigación lo único que tienen es el mismo video de Yoseline en el que como comunicadora social describe lo que pasó con la víctima en una fiesta”.

Defender que los comentarios de Yoss fueron con fines «informativos» y el ejercicio de su libertad de expresión» es demostrar que no hay una consciencia sobre el delito por el que la acusan.

«Lo que hizo Yoseline no fue el ejercicio de un derecho a la libertad de expresión. No estaba comentando un hecho público, noticioso o de interés periodístico con educativos o informativos», explicó el jurista Javier Schütte, representante legal de Ainara.

A la influencer no la están procesando por los Ainara sino porque ella misma admitió que le pasaron el video, que lo reprodujo y que almacenó en su teléfono.

«Lo hace de manera dolosa, con fines de lucro. Yosseline describe el contenido de un video en el que aparecen actos de índole sexual en relación a una menor de edad», aseveró Schütte en entrevista con Aristegui Noticias.

La libertad de expresión es uno de los puntos básicos de los derechos humanos. Es la posibilidad de decir, escribir, leer y publicar toda clase de ideas, opiniones y puntos de vista siempre y termina cuando los derechos humanos y de otro se ven afectados, suprimidos o violentados.

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