Mara Castilla llegó a la Ciudad de Puebla (en el centro de México) con un sueño, que terminó después de tomar un taxi de Cabify y ser violada y estrangulada por el conductor del vehículo.
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La joven de 19 años, oriunda de Xalapa, Veracruz, estudiaba el tercer semestre de la Licenciatura en Ciencias Políticas, en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
La madrugada del 8 de septiembre salió de un bar, en San Andrés Cholula, solicitó un vehículo a través de la aplicación Cabify, y nadie volvió a saber de ella.
Ocho días después su cuerpo fue localizado en el fondo de una barranca de la Junta Auxiliar Santa María Xonacatepec, en los límites de la capital de Puebla y Tlaxcala, envuelta en una sábana blanca que su asesinó usó para esconderla.
Víctor Carrancá, titular de la Fiscalía poblana, confirmó que la joven fue llevada a un motel por el conductor del Cabify, quien abusó sexualmente de ella y la estranguló. Él ya está detenido y bajo proceso judicial.
El asesinato de Mara provocó indignación en México, y las redes sociales han sido la plataforma para viralizar la rabia y el enojo de hombres y mujeres, quienes exigen justicia y solución a la problemática de violencia de género que aqueja al país.
Bajo el hashtag #TodasSomosMara se convoca a marchas simultáneas en la Ciudad de México y Guadalajara este domingo. Al llamado también se solidarizan San Cristóbal de las Casas, Puebla y Veracruz.