La mañana comenzó con viento, sol y el rugir del mar en la playa Middles, en Isabela (Puerto Rico). Allí, en uno de los escenarios más icónicos del surf caribeño, Mimi Barona demostró que entrenamiento, pasión y corazón pueden llevarnos a lo más alto. Con concentración, sonrisa y tablas listas, Mimi Barona surcó cada ola y finalmente se coronó campeona del prestigioso Corona Pro Surf Circuit 2025.
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El título no solo tiene valor deportivo: está cargado de emoción. “La última vez que estuve acá fue hace dos años con mi hermano, hoy él está en el cielo y esto es por él”, manifestó una visiblemente conmovida Mimi Barona al alzar los brazos. Esa dedicatoria al hermano que impulsó sus inicios y que aún la acompaña en cada ola, hizo del triunfo algo más que una medalla.
Competencia internacional, nivel mundial
Más de sesenta surfistas de países tan diversos como Ecuador, Costa Rica, Jamaica, Barbados, México, Canadá, Estados Unidos y, claro, Puerto Rico, compitieron entre el 17 y el 19 de octubre en una edición que rompió expectativas. Mimi Barona supo imponerse en un entorno repleto de talento internacional, lo que hace que su victoria tenga aún más sabor.
El Campeonato no fue solo tablas y olas. En su edición 39, el evento coincidió con el centenario de la marca patrocinadora y sostuvo un firme compromiso con la sostenibilidad: fue libre de plástico, contó con charlas educativas de conservación marina junto a Surfrider Puerto Rico y combinó el deporte con música en vivo, ambiente festivo y turismo de aventura.
La ecuatoriana que inspira
Nacida en Montañita (Provincia de Santa Elena, Ecuador), Mimi Barona comenzó a surfear a los 13 años, motivada por su hermano mayor. Desde entonces, ha construido una carrera adornada de títulos, medallas y logros que hoy la posicionan como una de las mejores surfistas de Latinoamérica. Este nuevo triunfo refuerza su legado y, más aún, inspira a quienes sueñan con oler sal, oír olas y sentir la espuma bajo los pies.
Con este logro, Mimi no solo celebra un título más: abre puertas para futuras competencias internacionales, entrena con más fuerza y proyecta un horizonte de logros aún mayores. Para muchos jóvenes surfistas ecuatorianos (y latinoamericanos), su historia demuestra que el sueño y la dedicación pueden domar las olas más imponentes.
Que este triunfo sirva para recordar que, en la vida, como en el surf, no basta con ver la ola: hay que remar con decisión, levantarse cuando caemos y disfrutar el momento. Mimi Barona lo ejemplifica con actitud alegre, valiente y contagiosa. Su victoria en Isabela no es solo suya: es de todos los que creen que romper barreras es posible. ¡Enhorabuena, campeona!