Las relaciones de pareja cambian con el tiempo; se van adaptando a las nuevas formas de vida y creencias colectivas. Pareciera que ahora estamos atravesando por una especie de «crisis» cuando de compromiso se trata, entre quienes consideran que no necesitan de nadie para ser felices y quienes no buscan ningún papel que afirme que tiene un compromiso con alguien.
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Sin embargo, aún prevalece la idea del matrimonio después de todo, se trata de una tradición milenaria en la que muchos jóvenes creen. ¿Por qué?
Las relaciones saludables pueden ser desafiantes y gratificantes pero el matrimonio suele ser un paso complicado. Aquí hay algunas razones por las cuales casarse puede valer la pena para algunos.
Razones emocionales/psicológicas
Nacemos para la conexión. Anhelamos compartir con otros y que sean testigos de nuestras vidas; de las cosas buenas, las cosas malas y hasta las más banales, todo el tiempo, todos los días. Un matrimonio ofrece la posibilidad de compartir la vida con una persona prácticamente 24/7 y creen que un papel con una firma, lo garantizará.
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Beneficios para la salud
Existen investigaciones que sugieren que el matrimonio impacta positivamente en la salud.. Las personas casadas tienden a vivir más, tienen menos probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral, sobreviven a una cirugía mayor con mayor frecuencia y tienen menos probabilidades de experimentar episodios importantes de depresión. Aunque ciertamente puede ser estresante y agotador luchar por un matrimonio exitoso, los beneficios de salud a largo plazo pueden superar los desafíos.
Beneficios financieros
Sí, los beneficios financieros vienen con el papeleo de casarse. Las parejas casadas que presentan una declaración conjunta pueden ahorrar en sus impuestos. Los cónyuges pueden obsequiar dinero con consecuencias impositivas limitadas. Puede ser elegible para seguros médicos o de vivienda a los que los solteros no tienen acceso. Las tarifas de seguro médico y de automóvil son a menudo más bajas para las parejas casadas.
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Sexo
Existe la creencia de que las personas solteras tienen más sexo que las casadas, ¡pero es al revés! Y aunque la novedad del sexo con la misma persona disminuye con el tiempo, los aspectos de calidad versus cantidad, el temor a las ETS y la seguridad de la familiaridad para probar cosas nuevas pueden ser atributos positivos de una vida sexual conyugal.