Salma Hayek rompió el silencio y habló para The New York Times acerca de los episodios de acoso sexual que vivió con Harvey Weinstein.
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Se refirió al cineasta como un hombre que la hizo sentir menos, que puso en duda su talento y capacidad histriónica, un hombre que odiaba que le dijeran que ‘no’ y que la llevó a pensar que podría matarla.
No sólo fueron las declaraciones contra el productor de cine, movimientos en redes de mujeres fuera del espectáculo como el #MeToo, nos recordaron que la violencia de género está más viva que nunca. A través de un hashtag, miles de mujeres alzaron la voz, le gritaron al mundo que están hartas del acoso sexual y que están dispuestas a romper patrones, a romper esquemas y exigir respeto. Esta campaña en redes sociales hizo que medios de comunicación de todo el mundo le dieran un espacio al acoso sexual y éste tomara otros tintes.
En la carta que Salma escribió, no dejó fuera al actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump al asegurar:
«Me siento inspirado por aquellos que tuvieron el coraje de hablar, especialmente en una sociedad que eligió a un presidente que ha sido acusado por acoso sexual».
Acoso de Harvey Weinstein
La actriz mexicana tuvo que decir una y otra vez no a las insinuaciones de Harvey, todas las noches se lo encontraba afuera de su puerta, se presentaba de manera inesperada…
«No a tomarme baños con él
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Ni a que él me viera bañarme
No a dejar que él me hiciera masaje
No a dejar que un amigo escudo me diera masaje
No a que él me diera sexo oral
No a estar desnuda con otra mujer
No, no, no, no, no….»
