Por Andrea Sánchez
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Sin importar si se trata de un viaje de placer o de trabajo, mantener tu peso y tu dieta cuando viajas parece tarea titánica. Te enfrentarás a la comida tradicional del lugar, excesos y un cambio drástico en tu alimentación, razón por la que estos consejos te ayudarán a no ganar kilos cada que viajas.
Desayuna
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No importa si estás de viaje o no, el desayuno es el alimento más importante del día. Esta comida nos permite recuperar la energía tras el ayuno que se produce mientras dormimos. Cuando no desayunas el cuerpo entra en estrés metabólico, es decir, que tu cuerpo comienza a almacenar grasa pues no sabe cuándo volverá a comer.
Cuando viajas tu cuerpo sufre un desfase debido al cambio en el horario y en las condiciones del clima. Si haces desayunos pesados, las grasas tardarán más tiempo en digerirse y en ser eliminadas del torrente sanguíneo.
Toma agua
Es muy común retener líquidos por el cambio de clima y el tiempo que pasamos sentados cuando viajamos. La deshidratación durante los vuelos debido a la presurización de la cabina puede afectar tu organismo. Recuerda beber tanta agua como tu cuerpo te pida.
Ten variedad
Si hay bufé no abuses, puedes comer porciones pequeñas pero equilibradas. Es decir, no abuses de los carbohidratos, azúcares y cereales. Si tomas jugo, no comas fruta. Ser consciente de las porciones será una buena forma de cuidarte.
Dale preferencia a lo saludable
Sabemos que a veces es imposible no caer en la gastronomía del lugar en el que nos encontramos, pero mantener el equilibrio y mantenernos lejos de los excesos, nos ayudará a regresar sólo con buenas experiencias y no kilos de más.
Evita el refresco
Los refrescos contienen azúcares y no te quitan la sed. Evítalos en la medida de tus posibilidades. Si vas a beber alguna bebida alcohólica procura que no contenga jugos y refrescos y trata de mezclarla con agua mineral.
Con información de European Food Information Council
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