¿No retocas tu protector solar o lo aplicas justo al salir? Si tu respuesta es sí ante ambas situaciones, tienes un problema: estas aplicando mal el producto y no estás recibiendo todos los beneficios que deberías, algo más común de lo que parece.
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El uso de la pantalla de protección se ha vuelto cada vez más imprescindible gracias al cambio climático y los agentes externos que afectan a tu piel, eso, sin hablar del desperdicio de dinero que supone no darle el uso debido. Cambia eso con estos tips.
No usar la fórmula correcta
Según Glamour, es importante que identifiques tu tipo de piel y necesidad para saber qué tipo te va mejor.
Cremoso, en spray, en barra y hasta en polvo son algunas de las alternativas que debes considerar junto con el FPS (Factor de Protección Solar) y la consistencia que tenga.

No aplicarlo en interiores
Nuevos estudios han identificado que es imprescindible utilizar el protector solar también en esos días que estarás dentro de casa ya que la luz que se cuela por tu ventana o la de los equipos tecnológicos como celulares o computadoras perjudican a tu piel.
No retocarlo constantemente
No basta con aplicarlo antes de salir del hogar y luego olvidar su uso hasta el día siguiente. Depende de la marca que utilices, además de la actividad que realices, debes colocarlo nuevamente. En casa, cada dos horas, y fuera de ella, cada hora y media.

No dejarlo actuar
Tu piel necesita absorber todas las propiedades del protector solar durante varios minutos así que si lo aplicas y vas de una vez a la piscina, no estás haciendo nada. Conforme con el mismo medio, entre 30 minutos a una hora es lo ideal para que se adhiera.
No usar la suficiente cantidad
La manera correcta es crear una ligera capa homogénea que te permita llegar a todos los rincones donde lo vas a necesitar. Distribuye con tus dedos en los lugares más difíciles de abarcar.