Dharnai en Bihar, India es una de tantas aldeas en este país que carecen de servicios tan básicos como energía eléctrica. Es un pueblo que vive en condiciones de pobreza extrema y tiene altas tasas de analfabetismo pero la vida de sus habitantes ha cambiado por completo desde que el primer panel solar llegó a ellos.
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Con recursos donados por Greenpeace India, ahora 100 kilovatios de energía solar mueven este pequeño pueblo que pasó 30 años en la oscuridad. Se abastecen cerca de 450 viviendas con sus 2.400 residentes. También toman energía 50 locales comerciales, 2 escuelas, 1 centro de formación y otro de salud.
La batería de los paneles solares cuenta con un respaldo que permite tener al pueblo luz eléctrica todo el día. Tener electricidad lo cambia todo, los niño pueden hacer su tarea aún después de que se oculte el sol y jugar en las calles, las mujeres pueden sentirse más seguras de ir solas por la calle y llegar a casa a convivir con sus hijos.
Al tener energía eléctrica, pueden hacer funcionar bombas para tener agua potable, han podido cargar regularmente sus teléfonos móviles y con ellos también llegó Internet a sus vidas. La educación, seguridad, sanidad entre otros servicios, han mejorado las condiciones de vida del pueblo de Dharnai, quienes ahora son la envidia de los pueblos vecinos.
En la India hay cerca de 80.000 que al igual que Dharnai, necesitan de una microrred de energía solar para mejorar su calidad de vida y están dispuestos a participar para lograr esto. Sin embargo el gobierno ha puesto mucha resistencia para el trabajo tanto de Greenpeace como de sus voluntarios sin saber el daño que causa.
La energía solar cada vez es más barata y la opción más ecológica para llevar luz a las regiones que por años han estado olvidadas y lejos del progreso, tanto en India como en otros lugares del mundo. No necesitamos más energía que provenga de los combustibles fósiles, la energía solar es suficiente para lograr grandes cambios en nuestras vidas.