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Expansión del puerto de Veracruz amenaza a la Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas

La Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas, una de las más grandes de Norteamérica ,está en peligro por un proyecto minero en la zona de Balzapote.

Veracruz es uno de los estados más ricos en recursos naturales. Tenemos una extensa variedad de ecosistemas, climas, montañas, ríos, el Golfo de México baña toda la parte este del estado, no podríamos pedir más. Todo esto se ha ido acabando porque muchas veces no sabemos cuidar ni defender lo que tenemos y a nuestro gobierno tampoco le importa mucho conservar la naturaleza que nos rodea.

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La sierra de Los Tuxtlas es un paraíso verde que está en peligro por un proyecto minero en la zona de Balzapote en San Andrés Tuxtla. Aquí se encuentra una de las reservas forestales más grandes de todo Norteamérica. Biólogos e investigadores han alertado del peligro que la actividad minera puede traer a la vasta biodiversidad de la región. La minería y la naturaleza no conviven bien juntas y para ejemplo tenemos la desgracia ocurrida en el río Sonora.

El proyecto consiste en la extracción de minerales en Balzapote (autorizada inexplicablemente por la Secretaría de Medio Ambiente) para uso, procesamiento, almacenamiento y transporte mineral de basalto que será utilizado en la ampliación del puerto de Veracruz, uno de los proyectos de infraestructura del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Al ser una reserva forestal, la minería viola las leyes de protección ambiental y protección privada. La vida de 565 especies de aves, 140 de mamíferos, 117 de reptiles y 100 de mariposas que habitan en esta zona están amenazados. Se ha iniciado una petición en línea para evitar que se lleve a cabo el proyecto y a la fecha se han reunido más de 700, una mínima cantidad para la grandeza de la región.

Por supuesto que los funcionarios ambientales son conscientes del fuerte impacto ecológico que la ampliación del puerto va a traer, pero mientras reciban órdenes de más arriba, el proyecto sigue su curso sin que nadie de ellos alce la voz.

El desarrollo de infraestructura puede darse pero de otras maneras, para construir no es necesario destruir. La conservación de nuestros recursos vale más que una ciudad bonita o más grande. Cuando se tiene conciencia del valor de la naturaleza y se trabaja para mantenerla, el crecimiento llega solo.

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