Es al unísono, nadie representa mejor a la mujer latina en el mundo que la actriz mexicana, Salma Hayek. Y es que, aunque parezca un comentario cliché en las redes sociales, cada vez que ella aparece en bikini o ataviada con un traje para cualquier evento o alfombra roja, deslumbra y genera halagos de sus fans y de quien no lo sea.
PUBLICIDAD
Hayek se ha ganado el respeto y el cariño de la comunidad latina, no solo porque la ha puesto en alto con su trabajo y dedicación, sino también porque no olvida sus orígenes y donde quiera que se presenta se hace sentir su amor por México y Latinoamérica entera que la admira.
A sus 57 años se conserva muy bien y con un cuerpazo que es envidia de muchas famosas. Recientemente y como acostumbra todos los años en verano, Salma Hayek y su esposo François-Henri Pinault, se tomaron unos días de vacaciones y lo hacen en un lujoso yate para recorrer Ibiza y disfrutar de los rayos del sol en el Mediterráneo.
El bikini morado que trasmuta las energías
Lo importante no es el lugar para vacacionar sino la sensación que causó en las redes sociales la mexicana con un bikini morado que resalta su belleza latina, considerado el color que trasmuta las energías negativas para quienes son espirituales, y con una pose sensual que dejó a más de uno con la boca abierta.

En la parte superior, se aprecia el top morado que acompañó con un pareo largo a rayas, un estampado que combinaba a la perfección. “¿Día de cabello rebelde o cabello libre? 💨🌊”, escribió Hayek prestando más atención a su estilo, mientras su melena rizada cedía ante el viento, aportando un toque mucho más natural.
“Ricura de Mujer”, “Espectacular mi Jarochita hermosa”, “¿Dónde vives cariño? Me encantaría conocer a esa chica sexy que está ahí”, son algunos de los comentarios que recibió en su cuenta de Instagram.
Un percance que solo fue un susto
La actriz luego apareció en la playa con un largo vestido azul marino, sin mangas y con escote en V que decoró con accesorios dorados y gafas oscuras.
PUBLICIDAD
Según la revista Hola, a bordo del yate, Salma se mostró siempre atenta de su esposo, a quien colocó un poco de protector solar para evitar quemaduras o daños en la salud.
Ese lindo gesto de preocupación le fue devuelto cuando, al bajar del bote que los llevaba a la costa, la actriz sufrió una caída, nada grave, de la que se reincorporó entre risas y de la mano del amor de su vida.
El pequeño incidente pronto quedó atrás, dejando que la pareja, acompañada por su hija Valentina, y el hijo del empresario, Augie, continuaran con la diversión en el mar.