Las relaciones entre familia son complicadas. Así no mostraron durante meses Alejandra Guzmán y su hija, Frida Sofía, tras peleas públicas a través de diversos medios de comunicación.
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Fue en 2018 cuando el distanciamiento se hizo manifiesto de manera pública. El detonante de la rivalidad fue la supuesta relación entre Alejandra y Christian Estrada, exnovio de Frida.
En días recientes madre e hija han vuelto al ojo de los reflectores, esta vez, Frida Sofía habló con el programa Ventaneando, ahí expresó que su mamá ha visitado Estados Unidos y no ha tenido la intención de verla.
“Yo estoy con los brazos abiertos, pero nunca me fui a ninguna parte”, aclaró. “Dice ‘Regresa, regresa’, pero… o sea, no puedo ir a México, por ejemplo. Y ella sí puede viajar a Estados Unidos. Acaba de estar una semana aquí y no. No me marcó. No ha tratado de marcarme”.
Alejandra Guzmán y Frida Sofía : relación tóxica
Las madres y los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos y, de acuerdo al sitio Psicología y mente, algunos padres son tan exigentes son sus hijos que no toleran fracasos y crean relaciones demasiado perfeccionistas con ellos.

Tal como sucede con Alejandra y Frida, en las relaciones una de los dos partes en algún momento se convierte en víctima y el otro victimario, las relaciones de poder se vuelven una constante y los papeles se invierten una y otra vez.
Sara Sanchis, psicóloga, explica que las relaciones tóxicas, en especial con los padres, dan como resultado que las hijas y los hijos interiorizan que no son válidos y se vuelven incapaces de atender sus propias necesidades y relaciones.
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Señales de un padre o madre tóxicos
Se rigen por sus propias necesidades y tienen dificultades para empatizar con sus hijos, sus necesidades y lo que en verdad necesitan para estar bien.
Son personas a las que les cuesta estar bien, es decir, tienen cambios de humor repentinos.
Establecen relaciones desde la autoridad, la crítica y la manipulación. Se sienten seguros cuando la balanza de la relación se inclina hacia ellos.
Usan a sus hijos para su gestión emocional, es decir, cubren sus necesidades a través de ellos.
Las relaciones con las personas no son sencillas, ir a terapia es una estupenda forma de sanar heridas y construir la mejor versión de ti.