Todos sabemos el talento y lo querida que es Shakira en el mundo entero. Pero también que la fama tiene un precio muy caro: la falta privacidad. Estar siempre bajo el ojo público ha hecho incluso que la barranquillera haya tenido que cambiar su nombre para salvaguardar a sus hijos.
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No es Shakira, es Sila Prieto
El portal Diario Gol reveló que en cada uno de los partos de sus hijos la cantante empleó el seudónimo de Sila Prieto para poder realizar su reserva en la Clínica Teknon donde nacieron Sasha y Milá, sus dos pequeños.

No ha sido la única vez que la cantante de Suerte ha recurrido al seudónimo para que las cámaras no la persigan y tratar de tener una vida normal, al menos por unos días. También lo ha hecho cuando reserva hoteles o restaurante y evitar a todos aquellos que quieren obtener una imagen inédita de ella.
El estar siempre bajo el ojo público y perseguida por “cámaras indiscretas” es uno de los precios más altos que un famoso tiene que pagar. Aunque Shakira ha asegurado que ama a sus fanáticos, también ha confesado que quisiera tener más momentos de privacidad.
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