Desde que se conoció la desaparición de una de las protagonistas de Glee, Naya Rivera, hasta que se confirmó su muerte accidental, han sido días difíciles para sus seres queridos, en especial, para su expareja Ryan Dorsey.
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Entre 2014 y 2018 estuvieron casados trayendo al mundo a su pequeño Josey, quien justamente se encontraba con su madre en el paseo por el lago Piru donde hallaron su cuerpo. Ahora el oriundo de Charleston, de 36 años, enfrenta el reto más duro de su vida.
De acuerdo con People, el intérprete en la serie Ray Donovan se encuentra muy afectado por el hecho y casi no ha dormido desde que se enteró del trágico incidente.
“Es una pesadilla. Aunque no estaba (de pareja) con Naya, es la mamá de Josey. Josey necesita a su mamá”, le explicó una fuente al mismo medio sobre el estado del joven.
De hecho, él ha sido uno de los allegados a la artista que le dio vida a Santana Lopez en la serie de FOX que se mantuvo en el lago durante los días de búsqueda, incluso nadando junto con quien fuera su suegro para ayudar a las autoridades.
“Ryan no puede imaginar criar a Josey sin Naya. Es (una) situación devastadora”, agregó el citado portal.
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Finalmente el pasado 13 de julio se concluyó la investigación al encontrar el cuerpo flotando en el lago, mientras que la evidencia que reveló que ella ayudó a salvar a su hijo pero se quedó sin fuerzas para subir a la embarcación donde encontraron al niño de 4 años.
“Desde la desaparición de Naya, Ryan y Josey han pasado todos los días con la familia de Naya. Todos se están apoyando mientras cuidan de Josey”, confirmaron.
Dorsey conoció a Naya Rivera durante una grabación en 2010. Se separaron formalmente en 2018 pero un año antes el actor la denunció tras vivir un escándalo de violencia conyugal por parte de su exesposa.