Hoy, recordamos el cumpleaños 59 de Lady Di, una de ls figuras más polémicas de la realeza británica. Aunque su vida fue ampliamente examinada por el público, poco se conoce sobre la relación que mantuvo con su madre, Frances Shand Kydd y su madrastra, Raine Spencer, dos de las mujeres que marcaron su vida mucho antes de que se convirtiera en un miembro de la realeza.
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Lady Di y el abandono de su madre que la marcó para siempre
Esto cambió con la publicación de la biografía de la princesa Diana, escrita por Andrew Morton. En el libro, Diana reveló que desde su nacimiento, su destino estuvo marcado por la decepción, ya que sus padres ansiaban la llegada de un niño. Un año antes la pareja había sufrido la pérdida de un varón, que falleció a pocas horas de su nacimiento.
La llegada de Diana a la familia Spencer provocó tensión en el matrimonio que estaba desesperada por tener un heredero, finalmente en 1964 nació su hermano Charles Spencer, sin embargo tres años más tarde la pareja se divorció. Diana recordó este momento como uno de los más difíciles de su infancia, ya que tras la separación, su madre se alejó de sus cuatro hijos.
El abandono de su madre provocó una profunda tristeza en Diana, pues a pesar de que recobró contacto con ella durante su adultez, Frances nunca aprobó la conducta de su hija. Una vez que se divorció del príncipe Carlos y comenzó una relación con el cardiólogo Hasnat Khan, Frances se mostró como la más molesta por la unión.

La relación de Lady Di con su madrastra
Una vez que sus padres se separaron, su padre volvió a casarse con Raine Spencer, cuando Diana tenía 14 años. Al inicio, ni Diana ni sus hermanos aceptaron el matrimonio. La relación entre Raine y ellos estuvo llena de peleas y desacuerdos.
En una publicación del periódico Telegraph, una empleada doméstica de la familia, reveló que tras la muerte de su padre, Diana ordenó que sacaran la ropa de Raine de su casa en bolsas de basura.
Sin embargo todo cambió cinco años después, cuando Diana y Raine se reconciliaron e incluso se volvieron amigas. Frecuentemente hablaban por teléfono y se reunían para almorzar, hasta la muerte de la princesa.