Meghan Markle y el príncipe Harry han modernizado la forma en que se ve a la realeza británica desde los inicios de su relación. Ahora que celebran su segundo aniversario de bodas como ex miembros de la familia real, recordamos todos los momentos en que rompieron el protocolo.
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El amor de Meghan Markle y el príncipe Harry
Desde que hicieron pública su relación, estuvieron en el centro de la atención mediática. Meghan, además de ser americana, llevaba una vida muy distinta a la de la realeza en Hollywood.
Su relación fue uno de los escándalos más grandes de la familia real; la estadounidense además de estar divorciada, sería la primera persona de raza mixta en casarse con un príncipe de la realeza británica. Esto también marcó un hecho histórico para la corona, ya que ambos se casarían por la iglesia, siendo también la primera vez que un miembro de la familia se casaba de esta manera con una persona divorciada.

Las reglas que la pareja ha roto
La primera vez que ambos rompieron las reglas de la reina Elizabeth, fue cuando Harry llevó a Meghan a pasar la Navidad con su familia cuando aún no estaban casados. Esto se debe a que las reglas dictan que sólo los miembros de la familia y sus esposos pueden visitar la residencia de la reina en Norfolk.
Incluso Kate Middleton, no pudo pasar la Navidad junto a William en 2010, ya que no habían celebrado su boda. Lo cual convierte a Meghan en la primera prometida de un miembro de la familia real en pasar la Navidad con ellos.

Su boda rompió varias reglas del protocolo real al ser más moderna y relajada. El primer aspecto que pocos conocen; el mes de mayo, cuando ambos decidieron casarse, es considerado de mala suerte por la corona.
Es una superstición que mayo es un mes de mal augurio para una boda real. Por esta razón muchas parejas de la familia se han casado en este mes.
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El coro de gospel y el sacerdote africano-americano, fueron otro de los aspecto con los que Meghan rompió el protocolo. Además de la lista de invitados, que incluyó a personalidades del espectáculo.

Una vez casados, el príncipe Harry decidió usar un anillo de matrimonio, lo cual no es común entre los hombres de la realeza. El esposo de la reina y el príncipe William, nunca han usado anillos de matrimonio. Sin embargo Meghan y Harry, los intercambiaron como símbolo de igualdad en el matrimonio.

No pueden contener su amor en público
Sus muestras de amor, son otro de los gestos que rompe con la tradición, ya que no tienen cuidado al darse besos y abrazos en público. En cambio el resto de las parejas reales como William y Kate, raramente hacen públicas sus muestras de afecto.

Después del nacimiento de su hijo, ambos rompieron la tradición de posar frente al hospital. En cambio, Meghan y Harry posaron en el Palacio de Windsor dos días después de recibir a Archie.
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