Entre algunas historias inolvidables del pasado de la reina Isabel II y su hermana, la princesa Margarita, que experimentaron antes de convertirse en la mandamás está la de una noche de fiesta por todo Londres a pesar del temor de ser reconocidas.
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La revista Vanity Fair desnudó los detalles de la jornada inolvidable que vivieron ambas jovencitas en plena celebración del final de la Segunda Guerra Mundial.
En efecto, el hecho sucedió el propio 8 de mayo de 1945 cuando Inglaterra conoció el triunfo y el pueblo estalló en algarabía. Ellas no fueron la excepción entonces Isabel, de 19 años, y Margarita, de 14 años, se mezclaron con el resto de la población en los festejos.

Sin embargo, no se trató de una escapada juvenil. El padre de ambas, el rey Jorge VI les dio permiso para disfrutar el Día de la Victoria y luego siguieron una serie de divertidos eventos, según reseñó el mismo medio.
Fue la propia reina Isabel II quien contó lo que sucedió en medio de una entrevista con la BBC en 1985, avisando que fue «una de las noches más memorables de mi vida».
Después de dejar el palacio de Buckingham, las dos integrantes de la realeza procedieron a unirse de incógnito en las fiestas a partir de las 8 de la noche, junto a un grupo de 16 amigos.
«Fue pura libertad, como ser una persona normal», aseguró la prima de la reina, Margaret Rhodes, quien se encontraba de acompañante. Para evitar que las reconocieran utilizaron la gorra de un uniforme sobre los ojos y de ahí partieron al centro de Londres.
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La aventura las llevó al hotel Ritz donde en declaraciones de Rhodes «decidimos entrar por la puerta principal y hacer la conga», asegurando que seguro «pensaron que éramos solo unos jóvenes borrachos», mientras el resto de las personas lucían sorprendidas.
El recorrido finalizó en los parques Green Park y St James’s antes de volver al palacio.