Si bien, como todas las mujeres, está preocupada por engordar, hay que darle a esto sus justas proporciones.
Isabella Santodomingo habló en sus historias de su peso. Isabella Santodomingo habló en sus historias de su peso
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La escritora, productora ejecutiva y actriz comparó el hecho de subir algunos kilos con la forma de una pelota.
Isabella Santodomingo habló en sus historias de su peso
Bellísima en todas sus tallas, hizo una broma al respecto: «¿Cuál de las dos está más redonda? ¿Ella?».
Los usuarios que vieron esto en sus historias fueron menos implacables.
Le aseguran que es una mujer talentosa, inteligente y muy bella.
Isabella Santodomingo habló en sus historias de su peso
Y que por ende, no debería darse tan duro con sus palabras.
Lo cierto es que …
Todas las mujeres, de una u otra forma sufrimos por las construcciones y lecturas que damos a nuestro cuerpo.
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Estas, producto de la cultura, avalada por el discurso médico, que nos dice que la única belleza posible es la delgadez.
Y quien no sea delgado, por ende es «negligente», consigo mismo. Y por ende, falta a la moral, el «deber ser», de amarse.
Esto, ocasiona, a la larga, mucha culpa, discriminación y hasta discursos eugenésicos por parte de instituciones sanitarias y políticas.
Quien no es delgado «es» inútil, «es» una carga para el sistema de salud, «es» negligente, «es» perezoso, así ninguno de estos relatos e imaginarios sean ciertos. Y sí muy excluyentes.
¿Qué tanta culpa ponemos sobre nosotras mismas por no encajar en el estándar cultural actual?
Y, sobre todo, ¿qué tanta culpa debemos revisar que tiene la cultura y que nos achaca a nosotros?
Sí: hay que cuidarse. La obesidad sí es una enfermedad. Es incluso un problema de salud pública.
Pero entonces, por eso, ¿la gente gorda no tiene derecho a existir como cualquier otra?
¿La gente gorda debe esconderse, someterse a la indignidad por sí misma, tal y como la ha sometido la cultura entera?
Y si no eres gordo: ¿debes castigarte por no ser normado?