Cada 25 de noviembre el mundo hace una pausa para mirar de frente una realidad que no puede seguir ocultándose: la violencia contra las mujeres. Este año, la Policía Nacional del Ecuador, a través de su Unidad Nacional de Investigación contra la Violencia de Género, Mujer o Miembros del Núcleo Familiar (DEVIF), invita a la ciudadanía a un acto profundamente significativo y transformador. Será un espacio para unir voces, corazones y compromisos en el Teatro Nacional Sucre, el martes 25 de noviembre a las 18h00.
No será un evento más. Será un acto simbólico, emocional y poderoso que busca recordarnos que la violencia no es solo un problema privado, sino una responsabilidad de todas y todos. Que prevenirla empieza en casa, en el barrio, en la escuela, en la conversación que estamos dispuestos a sostener y en la que dejamos de evadir.

Un espacio para sanar, aprender y actuar
Durante esta jornada, la DEVIF propone actividades pensadas para fortalecer el bienestar integral, el empoderamiento emocional y la construcción de entornos más seguros. Serán espacios donde el público podrá participar activamente, reflexionar y descubrir herramientas prácticas para identificar y frenar los ciclos de violencia.
La metodología será participativa: dinámicas colaborativas, ejercicios de sensibilización y momentos de acompañamiento emocional que permitirán comprender cómo nuestras acciones cotidianas pueden marcar una diferencia real en la vida de alguien más. Porque prevenir la violencia también implica aprender a escuchar, a observar señales, a saber qué hacer y a quién acudir.
Este encuentro busca que las y los asistentes vivan una experiencia significativa, cercana, humana y profundamente transformadora.
Un llamado colectivo que nos compromete
El evento pretende movilizar a la ciudadanía para reafirmar cuatro compromisos esenciales:
- Rechazar toda forma de violencia contra las mujeres.
- Porque el silencio nunca ha sido neutral y cada vez que alguna persona calla ante un acto de violencia, este se fortalece.
- Promover la igualdad y el respeto en todos los espacios.
- La igualdad no es un discurso abstracto, se vive en la manera en que tratamos, escuchamos y valoramos a quienes nos rodean.
- Denunciar y apoyar a las víctimas de violencia.
- Acompañar salva vidas. Saber cómo apoyar puede marcar un antes y un después para quienes atraviesan situaciones dolorosas.
- Construir una sociedad justa y segura.
Un país libre de violencia empieza por comunidades que cuidan, protegen y actúan con empatía.
Un acto simbólico que puede cambiar realidades
La conmemoración del 25 de noviembre no se limita a recordar; es también una oportunidad para renovar la esperanza y fortalecer la convicción de que una vida sin violencia es posible. El Teatro Nacional Sucre abrirá sus puertas como escenario de unión, aprendizaje y sensibilidad.
La invitación está abierta para la ciudadanía, autoridades, organizaciones sociales e instituciones públicas y privadas. La presencia de cada persona suma: cada mirada, cada voz y cada gesto se convierten en un acto de resistencia frente a las formas de violencia que aún persisten.
Este 25 de noviembre no será solo una fecha. Será un movimiento compartido, una declaración colectiva de que las mujeres merecen vivir libres, seguras y en paz.

