Detrás de cada reconocimiento internacional hay una historia poderosa. Una historia de entrega, de lucha, de pasión y de amor. La Dra. Glenda Ramos Martínez no solo ha salvado vidas, también ha abierto camino para cientos de mujeres médicas en Latinoamérica.
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Hoy, su nombre resuena en uno de los escenarios más prestigiosos de la medicina mundial, pero su origen está muy lejos de las luces de Berlín, nace en los pasillos de un hospital en Ecuador, cuando era apenas una estudiante de medicina, y su madre fue diagnosticada con cáncer de mama. Ese momento cambió su vida y ahora, ella está cambiando la vida de miles.
Un premio que honra mucho más que una carrera
El pasado 17 de octubre de 2025, durante el congreso ESMO25 celebrado en Berlín, Alemania, la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) otorgó el premio “Oncóloga del Año” a la Dra. Glenda Ramos Martínez.
¿El motivo? Su incansable labor por democratizar el acceso a tratamientos oncológicos, formar nuevas generaciones de especialistas y liderar, con humanidad y rigor, la lucha contra el cáncer en Ecuador. Este no es solo un premio a su trayectoria. Es un reconocimiento a una visión que ha cambiado paradigmas en la oncología latinoamericana.
Pionera, líder y referente para las mujeres en medicina
Glenda Ramos es, oficialmente, la primera oncóloga médica del Ecuador. Pero su legado va mucho más allá de los títulos. Su trabajo en la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (SOLCA) ha sido crucial para ampliar el acceso a terapias oncológicas avanzadas, especialmente para pacientes en zonas vulnerables.
A lo largo de más de 30 años, ha formado médicos, liderado proyectos comunitarios y gestionado instituciones de salud con una mirada empática, científica y profundamente humana. Todo este trabajo con el objetivo de que ningún paciente con cáncer se sienta solo o sin opciones.

Del dolor a la acción
Cuando su madre fue diagnosticada con cáncer, Glenda era una joven estudiante de medicina y ese dolor se transformó en una misión, la de cambiar el sistema de salud oncológica del Ecuador.
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De ahí nace una de sus campañas más emblemáticas: “No le des chance al cáncer”, que ha llegado a miles de familias con mensajes de prevención, autocuidado y diagnóstico temprano.
Y eso no es todo, actualmente, trabaja en la creación de una fundación sin fines de lucro para brindar apoyo emocional, médico y educativo a pacientes con cáncer, y para impulsar la investigación en salud oncológica.
Una voz que representa a muchas
“Este premio no es solo mío. Es de todas las médicas que alguna vez sintieron que no eran suficientes. Es de cada paciente que me ha enseñado a no rendirme. Y es, sobre todo, de Ecuador”, dijo la Dra. Ramos al recibir el galardón en Berlín.
Con este logro, no solo se posiciona la oncología ecuatoriana en el mapa internacional, si no que también alza la voz de una mujer que no ha dejado de creer que, desde el amor, la ciencia y la comunidad se puede curar el mundo.
Medicina que hace la diferencia
La Dra. Glenda Ramos no solo es una médica galardonada, lo admirable es que se trata de una mujer que ha convertido el dolor en motor, la ciencia en esperanza y su historia en legado. Su triunfo nos recuerda que cuando una mujer avanza, avanza toda una sociedad, y que, en Ecuador, también nacen las revoluciones que curan.