Cada 19 de octubre, el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama nos invita a reflexionar sobre los progresos en la lucha contra esta enfermedad. En 2025, los avances médicos, tecnológicos y sociales han permitido mejorar la detección temprana y optimizar los tratamientos. Aunque todavía queda mucho por hacer, estos son algunos de los logros más prometedores en diagnóstico, terapias y estrategias para identificar el cáncer de mama a tiempo.
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Avances en la detección temprana
La detección precoz del cáncer de mama es esencial para mejorar las tasas de supervivencia. En 2025, se han implementado nuevas tecnologías y protocolos que permiten diagnósticos más rápidos y precisos.
- Inteligencia artificial en mamografías: La IA ayuda a identificar patrones que podrían pasar desapercibidos para los radiólogos, aumentando la precisión del diagnóstico y reduciendo llamadas innecesarias. Estudios de UCLA y Nature Medicine confirman su efectividad.
- Biopsia líquida: Esta técnica permite detectar mutaciones genéticas sin procedimientos invasivos, útil para diagnóstico temprano y seguimiento del tratamiento. Investigaciones de Weill Cornell y ScienceDirect muestran que mejora la detección y permite ajustar terapias de manera más efectiva.

Tratamientos más personalizados y efectivos
Los tratamientos más personalizados y efectivos adaptan la terapia al tipo de tumor y perfil genético de cada paciente. Estos son algunos de los avances recientes.
- Terapias dirigidas: Se trata de medicamentos diseñados para atacar específicamente las células cancerosas según ciertas mutaciones genéticas. Por ejemplo, los inhibidores de PARP son efectivos en cáncer de mama triple negativo, un subtipo agresivo que antes tenía pocas opciones. Actúan sobre defectos en los genes BRCA1 y BRCA2, dañando las células tumorales sin afectar tanto a las sanas. Estudios recientes de FORCE (Facing Our Risk of Cancer Empowered) muestran resultados prometedores en supervivencia y control de la enfermedad.
- Inmunoterapia: Esta estrategia aprovecha el propio sistema inmunitario del cuerpo para combatir el cáncer. Los tratamientos de inmunoterapia son especialmente útiles en tumores que expresan el marcador PD-L1, un indicador de cómo el tumor puede evadir el sistema inmune. A diferencia de la quimioterapia tradicional, la inmunoterapia tiende a ser menos invasiva y con efectos secundarios más manejables, ofreciendo nuevas alternativas para pacientes con tumores difíciles de tratar.
- Medicina personalizada: Se enfoca en adaptar los tratamientos a las características genéticas y moleculares de cada tumor. Esto permite combinar fármacos de manera más efectiva y con menor toxicidad, aumentando las probabilidades de éxito y reduciendo los efectos secundarios. Instituciones como el Dana-Farber Cancer Institute y estudios publicados en The Lancet Oncology respaldan la eficacia de este enfoque, que representa un gran avance en la atención individualizada del cáncer de mama.
- Vacunas preventivas personalizadas: Se están desarrollando vacunas que buscan prevenir el cáncer de mama en personas con alto riesgo, como aquellas con mutaciones genéticas específicas. Estudios en instituciones como Mount Sinai han mostrado que estas vacunas pueden estimular una respuesta inmune efectiva
Nuevas estrategias para optimizar tratamientos

En la última reunión del ASCO 2025, investigadores presentaron avances que buscan tratamientos más efectivos y con menos efectos secundarios. Tomar tamoxifeno en dosis bajas puede prevenir el cáncer invasivo en mujeres de alto riesgo con efectos leves; ajustar gradualmente la dosis de otros fármacos ayuda a que más pacientes puedan continuar el tratamiento sin tantos efectos adversos. Además, probar terapias combinadas antes de la cirugía y personalizar los tratamientos según la edad y el riesgo mejora la eficacia, reduce la probabilidad de recaída y hace que los tratamientos sean más fáciles de tolerar.