China acaba de marcar un hito con algo que suena a ciencia ficción, pero es totalmente real: un pulmón de cerdo fue trasplantado a un humano por primera vez en la historia. Y no, no estamos hablando de una metáfora sobre respirar mejor en el campo.
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Este logro fue posible gracias al equipo del Primer Hospital Afiliado de la Universidad Médica de Guangzhou, que en mayo de 2024 decidió hacer lo impensable: reemplazar el pulmón izquierdo de un paciente en muerte cerebral por uno de cerdo modificado genéticamente.
El resultado funcionó durante nueve días, tiempo suficiente para que el mundo entero diga: “espera, ¿eso se puede hacer?”.
¿Qué es esto del xenotrasplante?
No es el título de una peli ochentera de terror. El xenotrasplante consiste en usar órganos de una especie para salvar a otra. En este caso, cerdos → humanos. ¿Por qué? Porque faltan donantes, y los cerdos, además de ser adorables, tienen órganos de tamaño similar al nuestro.
El problema: nuestros cuerpos no los reciben con mucho cariño. Tienden a reaccionar como si fuera una invasión alienígena.
Y si hablamos de pulmones, la cosa se complica aún más. Es un órgano muy delicado, lleno de membranas finas, células inmunes y expuesto a todo lo que respiramos (spoiler: no es todo aire fresco).
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¿Cómo lo lograron?
El paciente era un hombre de 39 años con muerte cerebral, y el pulmón vino de un cerdo de raza Bama Xiang (sí, existe). Usaron la técnica CRISPR —sí, esa tijera genética que también suena a superhéroe— para quitar tres genes porcinos problemáticos y añadir tres humanos amigables, que ayudaron a reducir el riesgo de un rechazo instantáneo.
¿Funcionó?
¡Sí! Bueno… durante nueve días. El pulmón oxigenó la sangre, eliminó CO₂ y se comportó como un campeón. Al principio, parecía que el cuerpo del paciente lo aceptaba sin drama. Pero a las 24 horas, el órgano empezó a inflamarse, y dos días después, el sistema inmune lo atacó como si fuera el villano de turno.
Finalmente, se extrajo el pulmón para estudiarlo y se desconectó al paciente, con el consentimiento de la familia. Fin del experimento… pero comienzo de una nueva etapa para la medicina.
¿Y por qué es tan importante?
Aunque el pulmón no duró para siempre, este experimento demostró algo clave: ¡es posible que órganos de cerdo funcionen temporalmente en humanos! Y eso nos acerca un poco más a un futuro sin listas de espera infinitas para trasplantes.
Como dijo uno de los investigadores, “esto no es el final, es el principio”. El pulmón falló, sí, pero no de inmediato, lo que da tiempo para probar nuevas técnicas, mejores combinaciones genéticas y tal vez, un día, lograr trasplantes duraderos.
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¿Y ahora qué?
Los científicos son cautelosos pero optimistas. Según Justin Chan, experto del NYU Langone Health: “la gente está empezando a pensar en esto con cabeza: hazlo bien, sin prometer locuras, y no pares de investigar”.
Así que ahí lo tienes: un pulmón de cerdo funcionando en un humano durante nueve días, gracias a la ciencia, la edición genética y, bueno… a un cerdo muy generoso.