Seguramente habrás oído hablar del ghosting, cuando una persona, sea un ligue o amigo, desaparece de la noche a la mañana sin dejar rastro. Eso, es violencia contra el sujeto a quien se lo hacen, porque nunca llega a entender que pasó.
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Entre tácticas dañinas, van surgiendo nuevas como el breadcrumbing, que literalmente significa tirar miguitas para mantener tu atención, pero en realidad la persona no quiere nada contigo.
Eso se puede comprobar en tus redes sociales, mira tus stories, le da likes a tus publicaciones, pero luego no contesta tus mensajes, o de repente un día te escribe y vuelve a dejar de hablarte.
El problema, es que llega la incertidumbre, provocada por esas miguitas, o como bien dice el refrán, dar una de cal y otra de arena.
La víctima, la persona que recibe solo migajas de pan y quiere más, se siente ansiosa y dolida por el comportamiento de quien hace esta táctica, pero puede que no comprenda por completo lo que sucede.
Para identificar el problema, estos son algunos de los indicadores a tener en cuenta, según la web bioguía.
- Comunicación imprecisa o ambigua ante planes futuros (quizás, ya veremos, puede ser).
- Da “señales de vida” cada días o semanas para mantener el interés, pero nunca concreta nada.
- Busca la interacción online y suele huir de la relación física consistente.
- Actúa de forma errática e incongruente. Un día te trata como si te amara, y luego desaparece.
- Nunca está dispuesto a hablar de sentimientos o del estado de la relación.
Como habrás podido comprobar, quien hace estas cosas, padece una baja autoestima y un narcisismo muy elevado, para dedicarle tanto tiempo y energía a alguien con quien no quiere nada.
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Si sospechas que te están haciendo breadcrumbing, es tu momento para huir de esa persona.
