Cuando entras a una casa y huele bien, ese recuerdo quedará en tu memoria y probablemente sientas que esa vivieda es limpia y que la estancia es agradable. Si al contrario, huele mal, lo recordarás con más fuerza, como un lugar al que no quieras regresar.
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Es por eso que debes tomar medidas para que tu casa sea, desde el punto de vista olfativo, un lugar agradable y aquí te diremos cómo.
1. Elimina los focos de suciedad y mal olor
Como es obvio, mantener la casa limpia es la acción más básica.
2. Que corra el aire fresco
Todos los días hay que abrir puertas y ventanas, durante 10 o 15 minutos. Esta es una medida eficaz para combatir los ácaros. Si eres alérgica, deja las ventanas abiertas media hora.
3. No disfraces los malos olores
Si detectas que algunos rincones huelen mal, no trates de ocultarlo utilizando ambientadores. Los efluvios se mezclarán y el resultado puede ser nefasto.
Localiza el origen del problema y elimínalo. Después podrás colocar aromatizantes.
4. Las cortinas
Lávalas con frecuencia, y rocía las tapicerías de los muebles y alfombras con agua con bicarbonato.
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5. Aire puro en la cocina
Las tareas culinarias generan olores ricos… y otros que no tanto. Conviene que tengas una campana extractora eficaz.
Por otro lado, evita los malos olores en el lavaplatos o fregadero. Vierte por el desagüe vinagre caliente y después sal y bicarbonato. Deja actuar unos 20 minutos y abre el grifo. Problema resuelto.
6. El cubo de la basura
Hay que tirar la basura a diario. Además lava el cubo con agua y jabón y, si huele muy mal, aplica cloro.
7. Ambientar con soluciones naturales
Una vez que tienes la casa limpia y has erradicado malos olores, puedes usar cualquier aromatizante, perferiblemente natural, como las velas perfumadas.
Un truco: después de usar el horno, aprovecha que aún está caliente para meter unas cáscaras de limón, de naranja o piña, y deja la puerta abierta. Verás que bien huele.