Las frutas congeladas son perfectas para hacer postres, batidos y helados y así aprovechar cada una de las piezas que corren el riesgo de dañarse con el tiempo y si están expuestas al aire libre.
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Recientemente, una investigación del Departamento de Agricultura de Estados Unidos reveló que las frutas congeladas preservan sus nutrientes incluso cuando el oxígeno se degrada.
Pero, preparar fruta congelada tiene truco, y es que si queremos conseguir un buen resultado y poder conservar y manipular la fruta de la mejor forma posible, hay que tener cuidado con cómo se congelan.
Trucos sencillos
Para preparar fruta congelada lo primero que hay que tener claro es el tipo de alimento al que nos enfrentamos. Dependiendo del tipo que sea habrá que congelarla de una forma u otra.
Luego debes seguir estos consejos bastante útiles, así que presta atención:
– Procura que las frutas estén en su punto (no muy maduras) para que tanto el dulzor, como las propiedades se mantengan al momento de colocarlas dentro del congelador.
– La mejor forma de almacenarlas, es en un recipiente de tapa hermética y no en bolsas, ya que se abren y son poco prácticas.
– Corta y distribuye la fruta del mismo tamaño, esto ayudará a que no se congele en algunas partes más que en otra.
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– Las frutas que mejor aguantan la congelación son las de pequeño tamaño: fresas, arándanos, moras, frambuesas. Los cítricos también se congelan bien cuando los hemos pelado y separado en gajos.
– Si quieres congelar cerezas, frambuesas, moras y arándanos lo mejor, tras haber retirado las que no tienen buen aspecto están dañadas, es cubrirlas con almíbar o azúcar e introducirlas en el congelador sin apelotonarlas.
– Las frutas crudas pueden conservarse en el congelador hasta 11 meses. Congeladas en compota resulta conveniente mantenerlas no más de 6 meses.
– Si las deseas descongelar, lo mejor es sacarlas y dejarlas al aire libre para que vayan recuperando su temperatura natural. Si se utiliza el microondas lo más probable es que se estropeen, sobre todo teniendo en cuenta que estás sometiendo las frutas a un cambio de temperatura muy brusco.
