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Probióticos: los mejores aliados del sistema inmunitario

Refuerzan el sistema inmunitario y colaboran con la formación de nutrientes esenciales, como las vitaminas, enzimas y los ácidos grasos.

Los probióticos son microorganismos vivos con distintos tipos de cepa. Administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio saludable sobre la salud del huésped o su fisiología. Matías Novoa (@matias_health_coach), health coach y autor del Método Kinu, cuenta que nuestros ancestros sabían qué alimentos podían utilizarse como medicina y los consumían con regularidad. Por esta razón, los fermentados caseros, como el chucrut, eran indispensables, tanto para preservar alimentos como para mantener una salud óptima.

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SUPLEMENTOS

Recordemos que los probióticos se encuentran presentes en alimentos como el yogur, bebidas lácteas, leches y quesos. Sin embargo, en muchos casos, es necesario consumir probióticos en suplementos dietarios, los cuales son elaborados para incrementar la resistencia a infecciones por organismos potencialmente patógenos en el intestino.

Para el especialista, se pueden tomar como un suplemento nutricional en cápsulas, en polvo o a través de los alimentos. Algunos de sus reconocidos beneficios son disminuir la duración de la diarrea; reducir la intolerancia a la lactosa, ya que promueven la digestión a nivel intestinal, e incrementar la absorción de vitaminas y minerales, especialmente en invierno, cuando el resfrío es muy frecuente.

MICROBIOTA INTESTINAL

Para entender los probióticos, debemos conocer qué es la microbiota intestinal. The National Human Genome Research Institute la define como el genoma colectivo de los microorganismos, compuestos por bacterias, bacteriófagos, hongos, protozoos y virus, que viven dentro y sobre el cuerpo humano. Matías Novoa cuenta que, sólo en el intestino grueso, se estima que tenemos al menos la misma cantidad de células microbianas que células humanas y, cabe considerar, que la mayoría de los microbios presentes en la microbiota no causan enfermedades.

“Dependemos de estos microorganismos para realizar muchas funciones importantes que, de otra manera, no podríamos llevar a cabo. Los microbios ayudan en el proceso de digestión de los alimentos para una correcta absorción de nutrientes, sintetizan vitaminas, metabolizan drogas, desintoxican de carcinógenos, estimulan la renovación de las células en el revestimiento intestinal, activan y apoyan al sistema inmunitario”, explica Matías.

“Los microorganismos presentes en el intestino grueso cumplen una labor reguladora muy importante. Sin embargo, cuando la composición microbiana de la microbiota es alterada, en general, a partir de una alimentación poco saludable, exceso de estrés, falta de movimiento o por el uso de ciertos medicamentos, como los antibióticos, la microbiota comienza a funcionar de manera disfuncional. De esa forma, se generan síntomas, como hinchazón, gases, estreñimiento, diarrea, intolerancias alimentarias y problemas inflamatorios, entre muchos otros”.

MUJERES V/S HOMBRES

La salud de la microbiota resulta igualmente importante para mujeres y hombres. Sin embargo, “en términos estadísticos en relación con problemas gastrointestinales funcionales, como el colon irritable, por cada hombre con síndrome del intestino irritable, hay tres mujeres que sufren de dicha condición”, revela Novoa.

¿Por qué nos afecta más a nosotras? El Health Coach entrega dos razones:

  1. “En general, llevan una carga más pesada que los hombres. No sólo trabajan, ya sea fuera de la casa o en el hogar a tiempo completo, sino que además tienden a hacerse cargo de las cosas cotidianas de una familia, como el cuidado de los niños, organizar las comidas y un largo etcétera”.
  2. “El ciclo menstrual determina, en parte, su sensibilidad al estrés. Durante la primera mitad del ciclo, cuando predomina el estrógeno, tienden a tener una mayor resistencia al estrés; mientras que, en la segunda mitad, donde predomina la progesterona y disminuye el estrógeno, esta capacidad disminuye. Además, ciertas condiciones propias de la mujer, como hongos vaginales e infecciones urinarias recurrentes, están vinculadas a una microbiota en desbalance”.

 

CAMBIAR EL ESTILO DE VIDA

Para concluir, el asesor nutricional confirma que la solución está en un cambio en nuestro estilo de vida y alimentación, donde predomine el movimiento físico en lugar del sedentarismo y alimentos reales en lugar de productos “con sabor a alimento”, cargados de azúcar, carbohidratos refinados y grasas añadidas. “Durante esa transición, podemos utilizar los probióticos de manera terapéutica, como una herramienta más y no como una panacea”.

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