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La columna de Matías Novoa: ¿Por qué consumir azúcar destruye la libido?

¿Sabías que una de cada cinco personas pierde el deseo sexual en algún momento de su vida? Una de las causas es el excesivo consumo de azúcar, productos procesados y carbohidratos refinados.

 

  1. Disminución de la producción de testosterona

En los hombres, la resistencia a la insulina provocada por cantidades excesivas de azúcar genera una disminución de la producción de testosterona, la hormona responsable de numerosas funciones, incluido el bienestar sexual. Tanto el deseo como el desempeño sexual se ven fuertemente afectados. Asimismo, la disminución de testosterona puede provocar una reducción de la masa muscular y un aumento de grasa abdominal. Ese exceso de grasa corporal puede aumentar los niveles de estrógeno, lo que a su vez provoca una disminución del deseo sexual y otros problemas, como la disfunción eréctil.

El desajuste de los niveles de testosterona también afecta a las mujeres, disminuyendo el deseo sexual y, al igual que en los hombres, provoca un aumento de grasa corporal y disminución de masa muscular.

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  1. Resistencia a la leptina

La leptina, entre otras funciones, regula el apetito. Esta hormona envía la señal al cerebro de que es hora de suprimir el hambre y dejamos de comer. Cuando consumes mucha azúcar, alimentos procesados y harina, la leptina pierde efectividad y el cerebro deja de responder a su señal. Al generarse resistencia a esta hormona, nuestro deseo sexual disminuye. Un estudio publicado en la revista Clinical Endocrinology observó a tres grupos de hombres, y encontró que aquellos con niveles más altos de leptina, probablemente debido al desarrollo de resistencia a esta hormona, también tenían un índice de masa corporal (IMC) significativamente más alto. Asimismo, presentaban niveles más bajos de testosterona que el grupo de control.

 

  1. Reducción de la producción de la hormona del crecimiento

La hormona del crecimiento, que se produce principalmente durante el sueño profundo, estimula el crecimiento, reproducción celular y la regeneración en humanos y otros animales. Además, mejora la masa muscular, ayuda al cuerpo a utilizar la grasa acumulada, y mantiene la libido en niveles óptimos. Se hace evidente que una deficiencia de esta hormona puede traducirse en una reducción de la masa muscular, aumento del contorno de la cintura, un incremento del riesgo de diabetes tipo 2 y disminución de la libido. Hay estudios que demuestran que la insulina, además de afectar los niveles de testosterona y nuestro deseo sexual, reduce la capacidad de nuestro organismo para producir la hormona del crecimiento.

 

  1. El azúcar provoca fatiga

Al llevar una dieta alta en carbohidratos, productos procesados y azúcar, terminamos aumentando la carga glucémica. Lo anterior se traduce en una producción elevada de insulina, que se vuelve crónica. Y, por lo general, la insulina compensa en exceso, reduciendo demasiado el nivel de azúcar en la sangre. Esto provoca hambre, ansiedad y fatiga.

 

  1. Aumento del estrés y la ansiedad

Un consumo alto de azúcar provoca cambios de humor, depresión y ansiedad. Asimismo, la elevada producción de insulina afecta los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Cuando ambas hormonas permanecen elevadas de manera crónica, provocan una disminución de la masa muscular, almacenamos grasa y se disminuye el deseo sexual.

 

Balance hormonal

Recuperar el equilibrio hormonal está directamente relacionado con la alimentación. El alimento es información y regula la expresión de los genes, las hormonas y el metabolismo. Por ende, resulta importante elegir alimentos que te permitan bajar la carga glucémica, incluyendo todo tipo de verduras frescas, algo de fruta, frutos secos, semillas, grasas saludables y proteínas de alta calidad. De esta manera, la función de la hormona insulina, y el desequilibrio hormonal que genera, volverá a funcionar correctamente.

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