Diciembre es un periodo estresante para muchos, debido a que es un mes cargado de actividades. Dentro de todos los movimientos, se tiende a hacer una evaluación de todo lo que hicimos en el año, incluyendo lo que resultó, lo que postergamos y lo que está al “debe”. Muchas veces, este repaso suele dejar una sensación de frustración por lo que se proyectó y no se logró, lo que a su vez genera ansiedad y tensión sobre el próximo ciclo.
La psicóloga Javiera Donoso, enseña 10 hábitos saludables que puedes realizar a diario y que ayudarán a mejorar tu calidad de vida y además advierte sobre las 10 acciones no saludables que no deberías hacer en esta época del año.
La importancia del autocuidado
El autocuidado es un recurso que nos protege y previene del desgaste propio de estilos de vida cargados de estrés y alta exigencia. Es un factor que ayuda a mantener un estado general de bienestar y salud integral a nivel físico, emocional, mental y social.
Según explica la psicóloga, lo primero que hay que hacer, es «entender que el autocuidado no es algo que hacemos de vez en cuando. Es un hábito y un estilo de vida, en el cual tomamos la responsabilidad de nuestro cuidado, observando y atendiendo a nuestras necesidades, sean físicas, emocionales, sociales, mentales o espirituales».
Algunas acciones muy sencillas y básicas que a veces las personas no hacen son:
- Dormir lo suficiente para funcionar bien. (En un rango que va entre 6 y 8 horas promedio).
- Alimentarse balanceadamente, respetando horarios y pausas para esto. (Que los alimentos que consumimos sean nutritivos y que nos demos el tiempo de comer conscientemente).
- Darse espacios de distracción, ocio, recreación, tiempo libre y descanso.
- Hacer algún tipo de actividad física como caminar 20 minutos al día.
- Tener contacto con la naturaleza y realizar actividades al aire libre.
- Tener contacto social, participación en la comunidad, inclusión en redes de apoyo y colaboración social.
- Poner atención a nuestras emociones, respetar y validar lo que sentimos. No esperar ser o funcionar como robots, desde el deber y el cumplimiento, esperando que la vida no nos afecte.
- Compartir nuestra vulnerabilidad y momentos de dificultad con personas de confianza y ser receptivos a lo que nuestro entorno nos muestra sobre nosotros mismos.
- Generar espacios para aprender, crecer, incorporar nuevos conocimientos, vivir experiencias enriquecedoras y que estimulen nuestra creatividad. (Leer un libro, hacer alguna actividad manual, conocer personas nuevas, hacer paseos a lugares nuevos, tomar algún curso, etc.)
- Disfrutar de nuestro día a día. Organizar nuestra vida de manera que quede espacio para las sensaciones gratas, agradables y placenteras.
¿Qué no deberían hacer las personas en esta época del año? Hábitos no saludables:
- Exigirse o intentar hacer lo que no se hizo en todo el año.
- Cargarse de más tareas de las que se pueden manejar.
- Compararse con otras personas, otras familias y realidades.
- Ser muy severos en tu “autoevaluación” sobre lo que fue el año.
- Usar más recursos de los disponibles; sea dinero, tiempo o energía.
- Planificar el próximo periodo desde la frustración, el miedo, la culpa o la ansiedad.
- Intentar a la fuerza resolver conflictos interpersonales que se arrastran hace un tiempo.
- Tomar decisiones o hacer cambios abruptos, cuando se está en medio de la vorágine.
- Dejar de escuchar las señales del cuerpo y seguir funcionando en la misma intensidad, a pesar de sentirse cansados, desgastados o sometidos a mucho estrés.
- No organizarse y dejar para último minuto decisiones y planificaciones.