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Conoce la ortorexia nerviosa: cuando comer sano no es saludable

Este trastorno se presenta en las personas cuando la intención de comer saludablemente se convierte en una “obstinación”.

La mayoría de las mujeres sienten la necesidad de comer sano y nutritivo para mantener un cuerpo alejado de las enfermedades y mantener la figura. Pero, ¿qué sucede cuando comer saludable se vuelve una obsesión peligrosa?, ese trastorno poco conocido y difundido se conoce como la “ortorexia nerviosa”.

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Este trastorno se presenta en las personas cuando la intención de comer saludablemente se convierte en una “obstinación” o “fijación patológica”, alterando el funcionamiento global y la calidad de vida de quién la presenta.

Te presentamos algunos comportamientos de las personas que padecen ortorexia nerviosa y que te ayudará a detectarlos:

– Se dedican más de tres horas al día en pensar en la dieta sana, preocuparse más por la calidad de los alimentos, que del placer de ingerirlos.

– Son individuos que se obsesionan por conocer cuáles son los alimentos “correctos y saludables” o “incorrectos y poco saludables”, y se inclinan siempre por el consumo de los primeros.

– Este comportamiento alimentario, que puede considerarse perturbado, se centra en una estricta adherencia a una dieta perfecta, pura y saludable, que pretende influir positivamente en la salud.

– En eventos públicos u otros sitios rechazan los alimentos que no consideran sanos e, incluso, los arrojan a la basura por considerarlos peligrosos.

– Las personas con ortorexia nerviosa dan valor a la pureza de los alimentos, sin importar las dificultades para conseguirlos, los costos económicos de los mismos y los inconvenientes interpersonales generados por la dieta.

– Experimentan una salud física disminuida con síntomas que pueden estar relacionados con sus severas restricciones dietéticas.

– Las violaciones de la dieta causan un miedo exagerado a la enfermedad, sensación de impureza, ideas de culpa y sentimientos de vergüenza.

– La autoestima y los niveles de satisfacción son excesivamente dependientes de la estricta adherencia a su dieta restrictiva.

Si alguna de las anteriores manifestaciones le suena familiar, es crucial que busque ayuda. También es importante hablar con su ser querido de confianza si piensa que presenta ese trastorno. Encontrar un terapeuta o nutricionista que se especialice en trastornos alimenticios es un excelente primer paso.

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