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La grasa “visceral” se considera peligrosa debido a dónde se almacena en el cuerpo: la cavidad abdominal. Esto significa que la grasa puede crecer alrededor de los órganos internos del organismo, incluidos el hígado, el páncreas y los intestinos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades graves, como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Una dieta alta en grasas saturadas puede conducir a la acumulación de grasa visceral, por lo que es importante concentrarse en lo que se está comiendo para eliminar la grasa visceral.
Pero, cuando se trata de la mejor dieta para la pérdida de grasa visceral a seguir, la conocida como “ceto” ha demostrado ser la más efectiva.
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El secreto de esta dieta, abreviatura de la dieta cetogénica, es que se reduce la ingesta de carbohidratos y la reemplaza por grasa. Según los expertos en esta dieta, la reducción de carbohidratos pone al cuerpo en un estado metabólico llamado cetosis.
“Cuando esto sucede, el cuerpo se vuelve eficiente para quemar grasa para obtener energía”, expresó el nutricionista Albert Kendell.
Varios estudios han demostrado que las dietas bajas en carbohidratos, como la dieta ceto, son efectivas para reducir la grasa visceral, más aún que las dietas bajas en grasa.
En un estudio de ocho semanas que incluyó a 69 hombres y mujeres con sobrepeso, los investigadores encontraron que los participantes que siguieron una dieta baja en carbohidratos perdieron un 10% más de grasa visceral y un 4,4% más de grasa total que aquellos con una dieta baja en grasas.
Otro estudio en el que participaron 28 adultos obesos y con sobrepeso encontró que aquellos que siguieron una dieta “cetogénica” perdieron más grasa, especialmente la grasa de las vísceras, que las personas con una dieta baja en grasas.
Los participantes hicieron esto mientras comían aproximadamente 300 calorías más por día.
Los estudios también han demostrado cómo la dieta baja en carbohidratos puede conducir a una rápida pérdida de peso. Esto se debe a que las dietas bajas en carbohidratos actúan para eliminar el exceso de agua del cuerpo, reduciendo los niveles de insulina y provocando una rápida pérdida de peso en la primera semana o dos.
Pero, además de comer menos carbohidratos, los expertos dicen que el ejercicio regular juega un papel importante en la eliminación de la grasa visceral. Se ha descubierto que el ejercicio aeróbico es el mejor tipo de ejercicio para reducir la grasa visceral.
Un análisis de 15 estudios en 852 personas comparó qué tan bien diferentes tipos de ejercicio redujeron la grasa visceral sin hacer dieta.
Descubrieron que los ejercicios aeróbicos de intensidad moderada y alta eran más efectivos para reducir la grasa visceral, incluso sin hacer dieta. Pero, los investigadores dijeron que combinar el ejercicio aeróbico regular con una dieta saludable es más efectivo para atacar la grasa visceral.
