Uno de los sentimientos que más nos asustan y al mismo tiempo, nos acosa todo el tiempo es la soledad. Parece ser el eterno villano del ser humano, y éste no duda hacer cualquier cosa por huir de él.
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La vida está llena de caminos inesperados, ansiedad de por mayor, y muchísimos obstáculos que no podemos sortear solos. Por ello, así como el aire, parece que necesitamos de la compañía de otros como bálsamo a nuestro corazón.
Es parte de nuestra naturaleza y también de la construcción social que hemos creado. Está bien querer compartir nuestras venturas y desventuras con otras personas.
Sin embargo, no podemos hacer los cimientos de nuestra vida en otros. Nadie puede sostener nuestra cordura más que nosotros mismos, y es muy peligroso delegársela a nuestros seres queridos.
Porque la gente se va, se aleja, cambia, o simplemente tiene en sus hombros otros asuntos, y eso está bien. Debemos dejar de ver como el enemigo a los sentimientos de soledad y abrazarlos como parte de la vida.
No podemos anular la soledad con otras personas como si ellas fueran un medicamento. No es sano, porque las heridas son internas y solo tú puedes trabajar en ellas.
Recuerda que la solución es aprender a usar esto a tu favor. Disfruta de tu tiempo sola, entiende que la soledad se basa en el miedo, y deja de creer que el mundo te ha dado la espalda.
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Spoiler Alert! Todos tienen vidas llenas de problemas, ansiedad y crisis existenciales que parece imposible resolver. Por eso no todos pueden estar al pendiente, como tú quisieras, a todas tus necesidades.
Cuando te sientas así, respira hondo, ten una cita contigo misma, y después háblalo con las personas que amas.
