Todas las mujeres tenemos grandes ambiciones de vida. Mientras que unas buscan al amor de su vida para casasrse y tener hijos en un modo más tradicional, otras se enfocan en prosperar en sus carreras, tener un negocio propio y hacerse de su propio patrimonio. No hay una mejor que otra ni tampoco una que sea la correcta, sin embargo, hay un sector que parece estar sufriendo y ese es el de las mujeres inteligentes que batallan para encontrar el amor.
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Y es que se trata de mujeres que buscan superarse en lo profesional, que quieren hacer un negocio, generar sus propias ganancias, demostrar independencia y al mismo tiempo, encontrar una pareja que embone en ese plan de vida.
Porque una mujer inteligente quiere salir con una persona inteligente, que represente un desafío más allá de la imagen. .Quiere poder mantener una conversación estimulante con su pareja y saber que es al menos igual a ella (si no mejor) en este mundo. El problema está justo en la competencia que inconscientemente genera; una guerra de egos en donde no puede permitirse perder por amor.
Pero las mujeres inteligentes batallan para encontrar e esa persona especial.
Los hombres admiran y respetan a una mujer que puede hacerse cargo y patear traseros pero cuando se trata de entablar una relación con una, las cosas se vuelven intimidantes.
Muchas mujeres inteligentes no hacen del amor una prioridad porque están demasiado ocupadas erigiendo su emporio, aprovechando su independencia y disfrutando de sus ganancias.
Puedes ser sensible, dulce e insegura, pero tu inteligencia te hace amenazante. Es posible que no tengas músculos pero los hombres te verán como una competencia.
Eres intimidante. Si bien la mayoría de las mujeres inteligentes no pretenden llamar la atención o ser arrogantes al respecto, muchas veces los hombres suponen que lo son. Asumen que la mujer los va a corregir, eclipsar o hacer que se sientan sin valor.
Si una mujer parece demasiado inteligente o realizada, es encasillada como «material sin citas». Si es ingeniosa y competitiva, es vista como desafiante y dominante.