Uno de los aspectos de la sexualidad que se suele enfriar con el tiempo es el deseo sexual, sobre todo en las mujeres. Luego de la etapa del enamoramiento y especialmente si estamos en una relación larga y duradera, puede llegar ese momento en el que el anhelo por la otra persona se minimiza, disminuye considerablemente el interés por mantener relaciones sexuales, así como las fantasías y pensamientos eróticos.
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Y es que el deseo cambia, evoluciona y se modifica a lo largo de la vida. Es decir, es absolutamente normal tener rachas de más deseo y rachas con menos apetito sexual.
Existen tres tipos de deseo sexual: El impulsivo que es el que se relaciona con el enamoramiento; el activo que implica acción para provocar una reacción y, por último, el reactivo que no es más que el deseo de nuestra pareja activa y hace que nos mostremos receptivas a tener relaciones sexuales aunque no tengamos ganas.
Acá te presentamos algunos consejos de emergencia para aumentar la libido:
– Para empezar, la clave está en no agobiarse y asumir que el deseo fluctúa a lo largo de la vida. También hay que reconocer que existe un problema y que es necesario implicarse para solucionarlo.
– Tienes que trabajar la comunicación sexual con sinceridad. La mujer debe ser capaz de decirle a su pareja lo que le gusta y lo que no y la situación por la que está pasando.
– Debes que abandonar el modelo rígido de la sexualidad basado principalmente en la penetración vaginal. Desde hace décadas se sabe que la penetración vaginal a nivel fisiológico no es la práctica erótica potencialmente más placentera para las mujeres. Hay que incluir otros juegos u otros códigos que ayudarán a salir de la monotonía.
– Leer literatura erótica, ver películas de esta temática, añadir masturbaciones mutuas, trabajar las fantasías sexuales, compartirlas y abrir la mente facilitan que el deseo se reavive y añade un poco de picante a la relación.
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– Hay que dedicar tiempo al sexo. Debes preservar algo de tiempo para el autocuidado y el erotismo, esto pueden ayudar a construir una tendencia diferente en lo que al deseo sexual se refiere.
– Es recomendable practicar el sexo de pasillo, es decir, favorecer las situaciones eróticas durante todo el día y en cualquier momento. Los mensajes picantes, los besos y otros detalles diarios también contribuyen.
– Realizar dieta digital regularmente: desconectar la tele, la tableta y el teléfono e invertir ese tiempo en la pareja.
¿Por qué desciende el deseo sexual?
– El tipo de educación moral y religiosa que ha recibido la mujer.
– La toma de alguna medicación: algunos psicofármacos, pueden tener como efecto secundario la reducción del deseo.
– Cambios en la respuesta sexual como consecuencia de la edad y la llegada a etapas como el embarazo, el posparto o la menopausia.
– Una inadecuada educación sexual.
– Experiencias sexuales traumáticas.
– Problemas de intimidad con la pareja o de comunicación sexual que impiden explicar bien a la mujer qué es lo que quiere y le gusta.
– La rutina el estrés, la ansiedad y el bajo estado de ánimo.