Ambiente laboral tóxico
Para un ambiente laboral sano se requieren los siguientes ejes: buen liderazgo, motivación continúa, buena comunicación dentro del equipo trabajo, sensación de crecimiento y que tu trabajo sea valorado.
Muchas empresas dan bonos para motivar, compensan el exceso de trabajo con buenos sueldos o prestaciones. O simplemente, motivan y escuchan a sus trabajadores de distintas formas para mantener el interés.
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Sin embargo, en la mayoría de los trabajos se olvidan que quienes están ahí son más que máquinas que cumplen las ordenes de los jefes. Vuelven a los empleados en números que pueden ser reemplazados en cualquier momento, y manejar sus frustraciones parece innecesario.
Por ello hay tanto estrés, rotación y la percepción de poca lealtad por parte de quienes laboran en las empresas. Sobretodo en estas generaciones que prefieren sentirse felices sobre cualquier otra necesidad.
A veces salimos tan enojados, desanimados, y ansiosos de nuestra desilusión laboral que empieza afectarnos en nuestra vida diaria. Comenzamos a mostrarnos irritables en todo momento, nos consume la creatividad o las ideas novedosas que podemos llegar a tener.
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Es en estos momentos en donde debemos poner un alto. Nuestra vida no puede ser sobrevivir a un trabajo que no nos está valorando, para llegar siempre enojados a nuestros hogares.
Debemos externar nuestras preocupaciones de forma asertiva a los superiores, o buscar otras opciones que no nos afecten tanto. No es sano ni para la empresa ni para nosotros mismos sentirnos enojados todo el tiempo.