Si lo que buscas es evitar la inflamación, entonces esta es la dieta que debes seguir
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-Prueba más vegetales de todo tipo, preferiblemente cuatro tipos diferentes con cuatro colores diferentes. ¿Qué tal un arco iris de verduras y bayas todos los días? Arándanos, berenjenas moradas, cebolla roja, espinacas verdes, pimientos amarillos, zanahorias naranjas, tomates rojos y todos los demás colores. Las verduras, con sus diversos polifenoles, actúan directa o indirectamente como mecanismos de protección para las plantas, y los humanos podemos «tomar prestados» sus efectos para protegernos a nosotros mismos.
-Come mucha proteína en cada comida: pollo, huevos, lentejas, carne, pescado o proteína en polvo, que acumula células, tejidos conectivos y músculos.
-Los aceites como el aceite de oliva, el aceite de colza, el aceite de coco, el aceite de aguacate y, a veces, la mantequilla orgánica son buenos. Pero evita la margarina, el aceite de semilla de girasol y las grasas vegetales hidrogenadas en los alimentos preparados comercialmente.
-Usa distintas especias, prueba nuevas combinaciones. Mezclar y combinar encontrar «familias de especias» que trabajen juntas es divertido y hace que cocinar sea más fácil.
-El café contiene polifenoles, pero también activa el azúcar en la sangre. Compromiso por tomar una taza al día. Ten cuidado con el alcohol, pero te puede tomar una copa de vino tinto, ya que da placer y contiene el polifenol resveratrol, que las investigaciones han demostrado evita la inflamación. Trata de elegir un vino tinto con un sabor fuerte y ligeramente áspero, como el pinot noir, que tiene los niveles más altos de resveratrol.
-Come omega-3 todos los días. Independientemente de si come pescado graso varias veces a la semana, toma omega-3 en forma de cápsula u obtén tu dosis diaria de pequeñas semillas de chia.