Tras el nacimiento de tu hijo, estar sana es una necesidad. La vida te cambia y con ella debes adoptar hábitos para cumplir con tus nuevas obligaciones. La lactancia demandará mayor energía y nutrientes a tu cuerpo, por lo que te damos ocho consejos para mejorar tu alimentación en este período.
Aumentar las calorías
Los expertos afirman que “para una correcta producción de leche” se debe consumir una media de 500 kilocalorías al día, pero eso sí de alimentos saludables.
Más hierro
Los recomendable es sumar a tu dieta alimentos ricos en este mineral, como el pescado, huevo, legumbres y carne.
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Frutas y verduras
Si incrementas el consumo de frutas y verduras tu cuerpo recibirá todas las vitaminas y minerales necesarios para tu bebé. Busca siempre comer las que estén en temporada, que contienen ácido fólico y las vitaminas A, C y B.
Más calcio
Está presente principalmente en los lácteos, como la leche, yogurt y quesos. Pero también figura dentro de la composición de verduras verdes, frutos secos y pescados.
Grasas buenas
En este caso es importante diferenciar entre las que aportan energía o las que enferman. Las grasas buenas son provistas por pescados grasos, el aguacate, frutos secos, semillas y el aceite de oliva extra virgen.
Hidrátate
La leche materna está compuesta principalmente por agua, por ello debes incrementar su consumo. Nunca es suficiente, tomate tanto vasos desees.
Cero ultraprocesados
Evita las frituras, la azúcar y las grasas hidrogenadas. Aunque pueden ser una tentación, no contribuirán con tu salud y menos con la de tu bebé.
Nada de alcohol, café y cigarrillos
Es una regla de oro durante el embarazo y que debe mantenerse en la lactancia. Todas esas toxinas pasan por la leche a tu bebé, quien sufrirá las consecuencias.