Bajar de peso es una tarea sumamente difícil de lograr. Sin embargo, no es imposible y aunque no lo creas existe una forma de lograrlo sin esfuerzo: caminando.
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Es difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio entre tanto trabajo y obligaciones diarias y si a eso le sumas las distancias, la falta de energía y ganas, terminas sin una rutina constante que te ayude a mantenerte en forma.
Por suerte, caminar tan poco como 30 minutos al día puede ayudarte a perder peso, siempre y cuando lo combines con un estilo de vida saludable. Además, estudios de la Universidad de Harvard han demostrado que caminar por 20 minutos al día reduce en un 43% la posibilidad de adquirir un resfriado y en caso de enfermar, la duración de esta afección es más corta. Por otra parte, según un estudio de la Universidad de Standford, caminar favorece a la creatividad, pues estimula la actividad cerebral y mejora las funciones cognitivas a largo plazo. Si a esos 20 minutos le agregas 10 o más, entonces no sólo comenzarás a sentirte mejor emocional y mentalmente sino que comenzarás a quemar grasita y tonificar tu cuerpo.
Caminar es considerada una actividad sin ejercicio, esto significa que gastas energía pero no es un ejercicio formal, como correr o escalar. Para alguien que no está acostumbrado o que quiere comenzar a hacer ejercicio formalmente, caminar es un buen lugar para comenzar.
Es así como 30 minutos equivalen a aproximadamente 4.000 a 5.000 pasos, una variación de 2,000 calorías. Sin embargo, aunque caminar es efectivo, no basta con hacerlo una sola vez o de vez en cuando, especialmente si tienes un trabajo que implica estar sentada más de 8 horas detrás de un escritorio. Cada vez que camines, debes hacerlo rápidamente para aumentar tus pasos hasta 10,000 o incluso 12,500 pasos por día que es cuando de verdad quemarás grasa.
También debes tomar en cuenta que no importa si logras hacer esa cantidad de pasos o más, si sigues consumiendo demasiadas calorías, terminarás saboteando tu ejercicio.