Un nuevo estudio ofrece esperanza y un sutil empujón a cualquiera que se haya relajado con el ejercicio en los últimos años. Encuentra que si las personas comienzan a hacer ejercicio en la mediana edad, incluso si no han entrenado durante años, pueden obtener rápidamente la mayoría de los beneficios que las personas que llevan años ejercitándose.
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Pero lo contrario también es cierto, según el estudio. Deje de hacer ejercicio y esos beneficios de longevidad se contraen o evaporan.
En un nuevo estudio, que se publicó este mes en JAMA Network Open, los investigadores del Instituto Nacional del Cáncer y otras agencias recurrieron a los datos del Estudio de Salud y Dieta NIH-AARP, que durante mucho tiempo se interesaron en cómo las personas ocupan su tiempo libre.
Las personas que siempre habían estado activas, haciendo ejercicio constantemente durante unas pocas horas a la semana, tenían entre un 30 y un 35 por ciento menos de probabilidades de haber fallecido por cualquier causa y un 40 por ciento menos de probabilidades de haber muerto de un ataque al corazón que las personas constantemente inactivas.
Algunos de los hombres y mujeres dijeron que habían sido inquebrantables en sus rutinas de ejercicios, que pasaban unas cuantas horas, o unas pocas horas de ejercicio en la mediana edad, como cuando eran adolescentes.
Otros habían estado activos cuando eran jóvenes, pero se redujeron como adultos, permaneciendo mayormente sedentarios durante la mediana edad.
No es sorprendente que los hombres y las mujeres que habían sido sedentarios a lo largo de sus vidas fueran los más propensos a morir ahora, en particular por una enfermedad cardíaca.