La psicóloga e instructora de yoga, Adelaine Preth, ofreció algunos consejos en un blog de bienestar sobre la meditación y lo que debemos hacer para superar momentos de frustración y rabia:
PUBLICIDAD
1. Suelta el esfuerzo
Comienza tu sesión de meditación cerrando los ojos, si lo deseas, y toma unos 10 minutos para desarrollar el enfoque y la calma prestando atención rigurosa a tu respiración. Cuando tu atención se distraiga, devuélvela a tu respiración con regularidad y precisión.
Después de 10 minutos, ve si puede simplemente detener el esfuerzo que estás haciendo. Relájate un poco (y eso puede incluir relajar su cuerpo), y nota lo que está sucediendo sin que intentes ser consciente. ¿La conciencia está presente? ¿Eres naturalmente consciente de lo que está sucediendo en tu cuerpo o mente, sin poner deliberadamente tu atención en el objeto? ¿Puedes sentir la forma en que está ocurriendo la conciencia, como si fuera algo así como cómo estás presente sin tener que trabajar en ello?
Si nota que te estás perdiendo en sus pensamientos, haz un esfuerzo para recuperar el aliento por un tiempo. Pero luego deja de hacer un esfuerzo de nuevo y ve qué pasa.
“Con la meditación, podemos aplicar una atención estrecha o panorámica. Un ejemplo de uso de un enfoque estrecho sería prestar atención principalmente a tu respiración (o cualquier objeto de enfoque único). La atención panorámica sería cuando nuestra atención está abierta de par en par, cuando notamos que suceden muchas cosas o simplemente tenemos una visión general”.
2. Amplíe su atención
PUBLICIDAD
Cierra los ojos si le resulta cómodo. Comienza por limitar tu atención a un área única de enfoque en su cuerpo: tu abdomen, pecho o fosas nasales. Trata de mantener este enfoque estrecho durante unos minutos.
Ahora comienza a escuchar los sonidos a tu alrededor. Comience con sonidos cercanos, pero luego escucha con un oído expansivo. ¿Qué tan lejos están los sonidos que puedes escuchar? Escucha el sonido que está más alejado. Prueba este método para escuchar por un minuto o dos.
Ahora nota todo tu cuerpo. ¿Puede sentir completamente su cuerpo sentado aquí? Relaja y afloja tu barriga. Imagine que puede expandir ese sentido de tu cuerpo, sintiendo que su cuerpo se mueve hacia fuera en todas las direcciones, incluso arriba y abajo. Intenta estar consciente de tu cuerpo expandido por otro minuto.
Finalmente, abre tus ojos y deje que su mirada se vuelva periférica, bien abierta, notando el espacio a tu alrededor. Explora esta vista ampliada durante unos minutos, descansando aquí, y luego nota lo que le sucede a tu conciencia.