Te llaman maniática y te molestas, pero algo malo pasa con tu forma de limpiar. Revisa estas señales de que estás obsesionada con la limpieza.
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Señales de que estás obsesionada con la limpieza
Lavas tus manos
No es la calidad, sino la cantidad de veces que lo haces. Si tocas una perilla, si agarras a un bebé o si recoges algo del suelo.
Son hábitos que al repetirse con los años se vuelven una obsesión.

Barrer
Todo en exceso es malo. Y barrer cada vez que alguien sale de tu casa es un exceso en definitiva.
El polvillo que se acumula en el suelo de debe al paso del viento, más que a las pisadas de las personas.
Recuerda que solo hacen falta minutos para que haya polvo nuevamente en el suelo.
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Animales
Te vuelves como loca cuando tus hijos juegan con perros o gatos. Crees que solo ellos botan pelo a donde quiera que vayan.
Te contamos que los humanos botan vello y piel. Constantemente la piel se regenera y las células muertas caen a tu alrededor.
Duchas
Hacerlo tres o cuatro veces al día es más que una obsesión. No hay razones lógicas para hacerlo. Menos en zonas frías.
En el trópico, lo recomendable es bañarse dos veces al día como máximo.
El aseo en el hogar es tarea de todos y seguro te gusta supervisar que cada miembro de tu familia colabore.
Pero cuando se trata de una obsesión, la familia entera sufre. Así revisa si necesitas ayuda profesional.
Con información de Anderson Paredes