Si pensaste en reducir tu dosis diaria de cafeína por temor a que tus senos disminuyeran su volumen, o si escuchaste algo similar, lo siguiente te puede sorprender.
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En el 2008, se corrió la voz por todo el mundo el supuesto riesgo de tomar café para las mujeres, ya que alteraba el tamaño de las mamas e incluso podía causar cáncer.
El origen de este cuento de camino nació a raíz de un estudio de la Universidad de Lunden Suecia, ese mismo año.
La investigación tenía como propósito confirmar si el consumo excesivo de café en conjunto con los estrógenos y un genotipo identificado como: CYP1A2*1F afectaba las glándulas mamarias.
Se quería conocer si las sustancias del café tenían que ver con el tamaño de los senos y causaban cáncer de mama, debido a que las investigaciones tenían una hipótesis que lo aseguraba.
De acuerdo al estudio científico, era posible que los compuestos del café generaran un efecto directo sobre el epitelio mamario, afectando a las mujeres delgadas, porque dependiendo el tamaño del busto era posible tener cáncer de mama.
En otra etapa del estudio, se afirmaba que las mujeres que consumían anticonceptivos hormonales no presentaban ninguna conexión entre este gen y el tamaño de los senos.
¡Viva el café!
Así pues, que no hay nada que temer al beber una rica taza de café, ya que está confirmado que este no tiene ninguna relación con la dimensión de tu copa o ropa interior.
De hecho, estudios posteriores afirmaron que el café tiene beneficios para combatir el cáncer de mama, porque las células de los tumores reaccionan a la cafeína y disminuye su reproducción acelerada.
La Universidad de Lund indicó que el proceso mencionado es beneficioso cuando se toman dos tazas diarias de esta bebida junto al medicamento conocido como tamoxifeno.