Muchas famosas han puesto de moda la placentofagia, la práctica de comer placenta después de dar a luz porque ayuda contra la depresión posparto, aumenta los niveles de energía, y estimula la producción de leche materna.
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Sin embargo, ¿es saludable comerte tu placenta?, pues el gobierno de Canadá ha advertido que “comerla o consumirla en cápsulas es una decisión personal, pero la madre debe comprender que existen riesgos potenciales para ella y el bebé, y al igual que no hay evidencia científica de que su consumo tenga beneficios”.
¿Comer la placenta después del parto es saludable?
El Ministerio de Sanidad canadiense explicó que “los riesgos más graves son de naturaleza bacteriana, como estreptococos del grupo B, o relacionados con la contaminación viral de la placenta (hepatitis, VIH, y otros)”.
Celebridades como Kim Kardashian, Jennifer López, y recientemente Hilary Duff, han expresado abiertamente que la han comido luego de dar a luz, lo que ha hecho que muchas mujeres sigan su ejemplo.
Pero, la Asociación Médica Estadounidense no recomienda esta práctica y cita un estudio de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de aquel país sobre contagio bacteriano.
Además, la comunidad científica considera que la ingesta de placenta provoca un efecto placebo, pues los resultados no han sido probados con rigor metodológico, y produce riesgos en la salud.