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5 recordatorios que te ayudarán a cambiar tu perspectiva de vida antes de que termine el año

La vida es complicada pero la mente tiene un gran poder para cambiar nuestra perspectiva

Tus pensamientos son capaces de crear nuevos mundos por segundo. Pero este poder es capaz de hacerte ver las cosas de forma tan positiva o negativa como lo permitas. Tus mundos dependen de tus pensamientos y de cómo te sientas en ese momento. A veces, cuando las cosas van tal y como quieres, tu mente imagina el mejor de los panoramas pero cuando algo sale mal, tu mundo interno se derrumba y tu mente termina por consumirte con pensamientos fatalistas.

Todos pasamos por momentos difíciles y todos queremos evitar que los pensamientos feos pasen por encima de los bonitos. Nadie quiere sentir miedo o dolor. Pero a veces, luchar contra ello es tan difícil que terminas llena de emociones negativas que seguramente arruinarán tu día o incluso toda tu semana.

Deja de maldecir al mundo. Deja de odiar todo lo que te pasa. Deja sentir celos o rabia ante la felicidad de otros. Deja de darle demasiada importancia a lo ajeno pero sobretodo, deja de flagelarte.

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El año está terminando y es momento de cambiar el chip. La frase «borrón y cuenta nueva» suena demasiado a un cliché pero es tan acertada. No puedes ni debes quedarte estancada en esa negatividad, ni tampoco vagar en la fatalidad de la vida. El cambio es paulatino pero aquí te van unos cuantos recordatorios para que empieces a cambiar un poco tu perspectiva.

Todo lo que sucede te ayuda a crecer, incluso si te cuesta verlo ahora

Las circunstancias te guiarán a donde tengas que ir, te corregirán y te ayudarán a perfeccionarán con el tiempo. A veces estas circunstancias te derriban y harán que veas que todo lo que sigue también puede salir mal. Puede que sientas que estarás atrapada en esta rutina para siempre, pero no será así. A veces tienes que pasar por lo peor para llegar a tu mejor nivel. Porque nuestras oportunidades más significativas se encuentran a menudo en tiempos de gran dificultad.

Estar estancada no significa fallar.

Es muy fácil deprimirnos cuando no tenemos un desempeño o logro tan rápido como creemos que deberíamos. En realidad, la vida no siempre va como nos gustaría que lo hiciera. Esto ciertamente no significa que hemos fallado o que somos incapaces de lograr lo que nos gustaría en la vida. Todo lo que tenemos que hacer es fluir y recordar qué es lo que realmente deseamos crear en la vida.

Libérate de las expectativas y el control.

A menudo, enfrentamos tanto estrés y ansiedad no por lo que está sucediendo, sino por las expectativas que tenemos y la necesidad por controlar todo. No es que esté mal tener altas expectativas sobre nuestra vida ni tampoco el querer que las cosas salgan como queremos. Exigimos ciertas consecuencias y resultados en base a lo que queremos lograr pero a veces la vida no cumple con todos nuestros deseos y órdenes, en el momento en que queremos y cómo queremos. Por ello, hay que aprender a dejar de lado las expectativas sobre todas las circunstancias y dejar que pasen de forma más libre y bajo menos estrés. Confía en que las cosas saldrán mejor y recuerda que está bien que no todo salga como planeas.

Cuanto más duro caigas, más alto subirás.

Cuanto más fracasas y tropiezas, más crecimiento y conocimiento tendrás sobre la vida. ¿Te has dado cuenta de que las personas más exitosas del mundo son las que más han fallado? Si el fracaso es un indicio de éxito, prepárate para mejores cosas en tu futuro. Los dolores y las luchas que tienes en tu interior te impulsarán hacia cosas más grandes y mejores. Cuanto más te caes, más espacio tendrás para subir. Si la caída fue dura y dolorosa, tu rebote debería llevarte a nuevas alturas.

No tengas miedo de buscar ayuda.

Hacer cosas por ti misma es importante, pero eso no significa que no debas pedir ayuda de vez en cuando. Deja de creer que pedir apoyo de otros es debilidad al contrario, es signo de que reconoces tus limitantes y de que estás consciente de lo que quieres. Pedir ayuda es una fortaleza. La fortaleza proviene de la inspiración, de la orientación, de las personas y los recursos fuera de tu experiencia. Así que no te sientas mal por pedir una mano que te ayude a levantarte o a avanzar.

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