Sabes que no debes tocar tu acné pero, sinceramente, la sensación que produce exprimir esa masa de grasa es muy relajante, o al menos satisfactoria. Es como una especie de venganza contra ese maldito grano que ha estado habitando tu piel desde hace unos días.
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Y es que a veces parece que nada de lo que hagas hará que desaparezca ese molesto grano en tu barbilla o la punta de tu nariz así que contra todo lo que digan los expertos, juntas tus dedos, presionas y ¡POP! Incluso muchas veces ni siquiera es un grano en tu rostro, a veces es una espinilla con punta blanquecina en la espalda de tu novio o una tentadora bola de grasa en su cachete.
Suena asqueroso pero muchas personas tienen una fijación por reventar los granos ajenos. ¿Por qué?
No sólo es grotesco ver cómo derramas grasa por todas partes sino que además se esparce en las zonas aledañas, provocando pequeños grupos de granos sobre tu piel, provocando un brote bacteriano que querrás seguir exprimiendo una y otra vez.
Las espinillas son esencialmente pequeños sacos debajo de la piel, llenos de aceites naturales, células muertas y a veces, bacterias y glóbulos blancos. A veces, tienen una pequeña abertura en la superficie de la piel, es decir, un poro. Cuando aprietas la piel y revientas el grano, estás creando un desgarro en la piel, que luego necesita curarse y cicatrizar.
De acuerdo con psicólogos clínicos de la facultad de la Facultad de Maestros de la Universidad de Columbia, la selección de acné en realidad le da a la gente un sentido de logro y hace que nuestro cerebro produzca esa deliciosa dopamina neuroquímica.
Cuando revientas granos, tu cerebro en realidad libera dopamina, el neurotransmisor hace que te sientas feliz. Hay un ciclo de ansiedad o excitación antes del acto y una sensación de alivio después. Básicamente, se siente una combinación de alivio de presión física cuando se saca un grano. como una sensación mental de alivio. A tu cerebro y tu cuerpo les gusta cuando haces estallar un grano, incluso si sabes que no debes hacerlo.
También puede hacerte sentir una sensación de alivio similar al ver a otra persona abrirse un grano. Ver estallar esa grasa es similar a ver una película de miedo o montar en una montaña rusa. Tienes un bombardeo de euforia y emoción al tener la adrenalina a tope.
