A menudo vamos por el súper buscando los alimentos que están marcados con etiquetas que nos hacen presumir contribuirán con nuestro bienestar. Sobre todo si estamos en régimen o bajo control médico, preferimos lo “light, gluten free, sin colesterol, solo 100 calorías, con sal marina, orgánico, bajo en caloría y sin lactosa”.
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La nutrióloga Michelle Abud nos advierte que no todos los productos que llevan esta marca en sus empaques son saludables de por sí. Asegura que, en la mayoría de los casos, “lo que veas en la portada de cualquier producto se trata más de llamar tu atención que de cuidar tu salud”.
Aclara que tampoco debes dar por descartado que esa sea una propiedad del alimento, en especial si son libres de lactosa o gluten. Pero sí aconseja revisar por completo la etiqueta, en especial donde se detalla su composición para que compruebes qué tanto te puede ayudar en tu dieta.
Una trampa
Abud afirma que la asociación de estas etiquetas con salud surgió luego que los fabricantes se percataron de la necesidad de las personas de cuidarse y elegir mejor lo que comían. “En el caso de los productos que dicen ‘light’, se refieren a una versión menos calórica que la tradicional”, explica la experta.
Señala que se hace “sustituyendo ingredientes de la receta original por ingredientes menos calóricos o reduciendo las porciones de estos sin eliminarlos en su totalidad y tratando, dentro de lo que se pueda, mantener el sabor”.
La nutricionista hace hincapié en el efecto psicológico que tienen estas palabras en nosotros, cuando todo radica en que se hacen más o menos atractivo a tu paladar bajo la excusa de que estás comiendo sano.
Plantearte un objetivo
En su cuenta Instagram, Abud también destaca la necesidad de diferenciar entre comer sano y comer persiguiendo un objetivo. Lo primero implica “consumir alimentos en su estado más natural”, es decir, evitar los altamente procesados; cuidar el tamaño de las porciones y la ingesta de sodio.
Mientras que hacerlo por una meta nos obliga a la ingesta de los alimentos en su estado más natural, entre un 85% o 90%, y que las porciones de grupos nutricionales están manejadas para que jueguen a nuestro favor.