Créeme, ya eres lo mejor que le puede pasar a alguien (recuérdalo siempre)

Cuando sufres por un desamor o atraviesas por cualquier tipo de pérdida o crisis, es normal que pienses que nadie te comprende, que nadie te valora y que no eres lo mejor que el mundo espera. Pero por favor, quítate esa idea de la cabeza, porque es sólo producto de tu propia mente y dista mucho de la realidad.

Lo sé, cuando más quieres que el sentimiento se vaya, más parece que se te pega a la piel. Tu brillo se opaca, tu sonrisa se borra y nada te ilusiona, como si estuvieses en una especie de «modo avión» que no puedes apagar. Pero la vida siempre estará llena de constantes vaivenes de penas, tristezas y un sin fin de situaciones complicadas para todos. Por eso, en algunas ocasiones te sentirás completamente desolada, pero es sólo es pasajero y no estás sola.

Hay un punto en la vida en la que de repente todos nos sentimos abatidos; en el que reflexionamos sobre por qué ese tipo no nos contestó después de una cita increíble, en el que pasamos la noche en vela pensando en lo mal que nos trató cierta «amiga» o en el que nos damos cuenta de que la persona que esperábamos que nos apoyara, se desaparece.

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Cada vez se ha vuelto más difícil tener una relación honesta y significativa con alguien. La comunicación es inexistente y escapar o desentenderse siempre resulta la salida fácil. Ésta es una gran razón por la que muchos llegamos a perder la confianza en nosotros mismos o por la que sentimos que no somos importantes para alguien. Error.

Si estás pasando por algo así lee bien esto: SIEMPRE eres importante para alguien y siempre eres lo mejor que le ha pasado alguien.   

¿Por qué lo malo que nos hace cierta persona tiene más valor que lo bueno que hace alguien que demuestra lo mucho que nos quiere? Es un gran misterio pero es momento de cambiar. Nadie más que nosotros podemos determinar nuestro valor y nada mejor que saber lo mucho que podemos llegar a importarte a alguien para reforzarlo.

Nunca olvides que eres la razón por la que alguien ha vuelto a creer en algo: ya sea en sí mismo, en el amor verdadero o en su propio potencial. De un modo u otro, te has convertido en una luz que lo ilumina cuando se encuentra rodeado de oscuridad.

Tú eres justo lo que otra persona ha estado buscando, ya sea como una amiga, hermana o pareja. Eres la encarnación de la perfección perfección y hará todo para mantenerte a su lado.

Eres la persona que ha curado el corazón roto de alguien más, hiciste que dejara de llorar cuando escuchaste sus penas, le sacaste una sonrisa cuando más odiaba al mundo y ayudaste a que olvidara el dolor que sentía en el alma con tu brillo.

Definitivamente has sido lo mejor que le ha pasado a alguien porque hiciste que la vida pareciera fácil en el peor momento.

Alguien pasó la mejor noche de su vida contigo; volvió a creer en los cuentos de hadas o saboreó un café como nunca mientras escuchaba tus historias más alocadas.

Eres lo mejor que le ha pasado a alguien porque eres una persona apasionada, emocionante y encantadora, alguien que aún con sus defectos, sigues siendo un valioso tesoro.

Así que cada vez que recuerdes lo importante que has sido para alguien, comprenderás que los que se fueron y te lastimaron no eran tan importantes como para mantener en tu vida; sólo pasaron para hacerte ver lo valiosa que eres.

Tu valor no se mide en la cantidad de aprobaciones que tengas en tu aplicación de citas, ni en el número de «likes» que te llegan al día en tus redes sociales, ni tampoco en las fiestas a las que te invitan o en las personas que te saludan de camino a la oficina. Tu valor se mide por tus propias acciones, sentimientos y pensamientos. Tu valor se mide por tus sueños y aspiraciones y también por la forma positiva en la que influyes a otros y por la forma en la que has hecho que estos te recuerden. Así que nunca dejes que alguien que se da la media vuelta defina tu valor.

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