Un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Harvard (EE UU), sugiere que el abuso infantil puede quedar más que un trauma psicológico, puede quedar grabado físicamente en el código genético de las víctimas.
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Los investigadores llegaron a esa conclusión porque afirman que el abuso infantil “está asociado con la mutilación del ADN”, lo que posiblemente puede tener “implicaciones para el desarrollo de la descendencia”.
Los investigadores tomaron muestras de esperma de 34 hombres, 22 de los cuales habían sufrido abusos cuando eran niños.
El resultado del experimento fue descubrir que los efectos del trauma “se imprimieron” en 12 regiones del ADN de aquellos hombres que habían experimentado diversos tipos de abuso emocional, físico o sexual. En estas áreas se detectaron alteraciones conocidas como metilación del ADN, proceso que puede influir en el funcionamiento de células, según estos expertos en medicina explicaron a la AFP.
“Si piensas que los genes son como bombillas, la metilación del ADN es como un interruptor que controla la intensidad de cada luz, lo que a su vez puede influir en el funcionamiento de las células”, comentó Nicole Gladish, investigadora en el Departamento de Genética Médica de Harvard.
Por su parte, la autora principal del estudio, Andrea Roberts, señaló que los resultados “nos acercan al menos un paso” hacia la solución del misterio de si el trauma puede transmitirse de una generación a otra.
“Podemos ver nuestro estudio como una pieza pequeña en el enorme rompecabezas general sobre el funcionamiento del trauma intergeneracional”, comentó Roberts.