Una buena higiene íntima es importante para evitar infecciones y otros problemas ginecológicos. En muchas ocasiones las mujeres recurren a las duchas vaginales, es decir, lavan el interior de la vagina con agua u otros líquidos.
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Sin embargo, los especialistas detallan que el uso de duchas vaginales incrementa el riesgo de padecer infecciones y ocasionan alteraciones en el pH de la vagina.
Investigaciones han destacado que el uso de las duchas en la zona íntima está ligada también a infecciones de transmisión sexual, enfermedad pélvica inflamatoria y embarazos ectópicos.
Sobre el tema la ginecóloga y obstetra Sofía Herrera (tu_ginecologa) presenta cuatro razones claves por la que una mujer no debe realizar duchas internas en la zona vaginal:
Incrementan el riesgo de desarrollar infecciones, como la vaginosis bacteriana.
Ocasionan alteraciones en el pH de la vagina.
3Acelera la aparición de enfermedades pélvicas en un 70%, inflamando el útero, las trompas de Falopio y los ovarios.
El método también genera complicaciones para quedar embarazada y aumenta el riesgo de una gestación ectópica, es decir, cuando el embrión se ubica fuera del útero.
Así que definitivamente es mejor no tomar riesgos y buscar alternativas de aseo que un experto puede aportar para tener la zona íntima sana y sin problemas ginecológicos de gravedad.