Cargar a tu bebé y tenerlo cerquita de ti todo el tiempo que puedas seguro te encanta, su suave piel, su pequeño cuerpo que necesita abrigo te conmueven, pero de seguro su delicioso aroma te vuelve loca, te resulta casi adictivo…
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Resulta que los científicos descubrieron que en las madres primerizas, el olor corporal de los recién nacidos activa los centros del cerebro que perciben un sentido gratificante y de placer, y hace que esas madres tengan hambre de más.
Los estudios en animales han demostrado que todos los mamíferos, desde los ratones hasta los primates, utilizan su sentido del olfato para establecer y desarrollar un vínculo madre-hijo. Si las madres y los bebés no pueden olerse entre ellos, es posible que no estén tan unidos.
Los recién nacidos también se benefician cuando son retenidos más. Numerosos estudios señalan las ventajas físicas y de desarrollo de muchos abrazos, y cualquier cosa que aumente el deseo de las madres de amamantar es una buena noticia para los bebés.
Pero la importancia del olfato para el vínculo humano madre-hijo nunca se había estudiado antes con la neuroimagen. Johannes Frasnelli, un investigador postdoctoral en el departamento de psicología de la Universidad de Montreal, se propuso cambiar eso.
“Tendemos a pensar en el olor corporal como algo negativo, y creo que es por eso que no hemos estudiado su importancia todavía”, dice. “Pero nuestro sentido del olfato es tan vital como las imágenes y los sonidos para comprender el mundo que nos rodea, y cuando se trata de desarrollar relaciones, el olor puede ser aún más importante”.
“Si una madre recibe un sentido de gratificación por un determinado comportamiento, en este caso, sostener y oler a un bebé, es probable que desee continuar con ese comportamiento“, explica Frasnelli.
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El investigador enfatiza la importancia de este efecto de recompensa incorporado para las madres primerizas, y lo compara con el entrenamiento para un maratón.
“Definitivamente no es agradable correr un maratón, pero si quieres hacerlo, es una experiencia muy satisfactoria. Tener un recién nacido también puede ser muy difícil, pero a los padres les resulta extremadamente placentero y gratificante“.
En cuanto a las causas del olor mágico del recién nacido, nadie lo sabe con seguridad, pero los investigadores piensan que podrían ser restos de líquido amniótico o vernix caseosa, la sustancia similar que cubre a los bebés al nacer.
Sea lo que sea, definitivamente la relación madre e hijo a través del olfato es una magia que los conecta.