Tomar una siesta es un hábito muy saludable que debes practicar, pues dormir por 20 o 30 minutos luego de almorzar disminuye el estrés y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Esto es posible porque al dormir liberamos la hormona de crecimiento, que funciona como antídoto del cortisol (hormona del estrés).
Una buena siesta dura 20 o 30 minutos y se toma luego de almorzar para recargar energía y facilitar la digestión.
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Elige un lugar cómodo, ventilado, sin ruido ni luz para tomar la siesta y tener un descanso reparador. Si presentas molestias gástricas (como reflujo), es mejor descansar en un sillón (sentada) antes que en la cama, pues la posición horizontal aumenta las molestias
Un estudio de la Universidad de Berkeley (EE.UU) asegura que quienes duermen la siesta rinden más por las tardes y aumentan en un diez por ciento su capacidad de aprendizaje.
Mejora cualquier tarea
Existen numerosos estudios que demuestran que dormir (incluso seis minutos) contribuye a mejorar cualquier tarea que suponga recordar listas de palabras o de objetos.
La siesta aumenta la creatividad
Un equipo de neurólogos de la Universidad de Georgetown ha comprobado que este descanso vespertino estimula la actividad de la zona del cerebro (hemisferio derecho) asociado con esta capacidad.
Sin embargo debes estar pendiente ya que, si necesitas dormir la siesta por más tiempo y, pese a ello, tu sueño nocturno es normal (no tardas en dormir), quizá presentas un trastorno de sueño, depresión u otro problema que debes consultar con el médico.