Cuidar tu salud es tarea, principalmente tuya. Los médicos, especialistas y terapeutas dan las pautas, pero la principal radica en la prevención y está absolutamente en tus manos.
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La piel es el órgano más gran del cuerpo, sin duda, uno de los más expuestos y seguramente de los que menos proteges.
B. Braun explica, en su página web, que la piel es un órgano que en aproximación puede alcanzar unos dos metros de extensión y pesar más de 10 kilogramos. Es fundamental mantenerla saludable y una de las mejores formas para lograrlo es teniendo una sana alimentación.
A continuación describiremos varios de los alimentos cuyos efectos en la piel pueden ser muy dañinos.
- Debes tener mucho cuidado con la ingesta de azúcares, pues su exceso acelerará la glicación, que es el proceso natural de envejecimiento de la piel. Así que para evitar el envejecimiento prematura de tu piel frena la ingesta de chocolates, galletas, gaseosas, postres, entre otros.
- Las grasas en sus distintas presentaciones o variantes alimenticias puede generar efectos secundarios en tu piel, como el acné, por ejemplo.
- Las harinas refinadas también podrían traducirse en la aparición del acné.
- El Alcohol en exceso deteriora la producción de colágeno, evitando así a que tu piel sea más elástica, además su consumo excesivo tiende a resecarla, pues deshidrata el organismo. Aunque este último no es un alimento, es verdad que lo consumimos mucho.
La mexicana Fernanda Alvarado, especialista en nutrición y educadora en diabetes, considera que:
“Consumir este tipo de alimentos de vez en cuando no hace daño, siempre y cuando sea moderadamente”.
Por otra parte, recuerda mantener los cuidados básicos de la piel; como por ejemplo tomar abundante agua y comer alimentos que contengan vitamina E y antioxidantes como hortalizas crudas y semillas germinadas. La vitamina E previene y combate el envejecimiento prematuro al proteger y restaurar las membranas celulares.
El doctor Martín Prío, cirujano plástico, considera que:
“La clave del cuidado está en seguir tres pasos que son válidos para cualquier edad y tipo de piel. Ellos son la limpieza, la hidratación y la protección solar”.
Recuerda que la piel se renueva de manera constante. Su ritmo de crecimiento necesita el aporte de nutrientes esenciales provenientes de tu dieta diaria. También debes hidratarlas con cremas y tratamientos, según las recomendaciones de tu especialista.
Nuestra principal recomendación es que lleves una vida sana y sin excesos. Recuerda además que si tu piel presenta algún síntoma de afección debes acudir a un dermatólogo.